El Ramón Sánchez-Pizjuán vivió en el palco una noche de alta tensión tras la derrota del Sevilla FC por 0-3 ante el Getafe
La afición sevillista, al borde de la desesperación, mostró su descontento con acciones que rozaron el límite, incluyendo un intento de asalto al palco presidencial y la detención de un aficionado. La destitución de Diego Alonso no ha calmado los ánimos en un club que se tambalea al borde del abismo.
La noche en que la afición dijo basta: El estallido de la ira sevillista
La derrota frente al Getafe fue la gota que colmó el vaso. Los insultos y peticiones de dimisión se convirtieron en un amago de asalto al palco de autoridades, un incidente que la Policía y la seguridad privada del club lograron frenar a tiempo. Fuera del estadio, la tensión era palpable, con una multitud expresando su descontento de manera sonora y vehemente.
Un tumulto que refleja una profunda crisis
La imagen de los aficionados esperando al autobús del equipo para entonar cánticos como “jugadores, mercenarios”, refleja el profundo malestar que existe en la afición. La detención de un varón por parte de las fuerzas de seguridad añade más tensión a una situación ya de por sí delicada.
La salida de Diego Alonso, ¿Solución o parche?
A pesar de la destitución de Diego Alonso, anunciada poco después del partido, la situación no ha mejorado. Las razones deportivas para su salida son evidentes, pero su marcha no parece haber calmado a una afición que exige cambios más profundos.