El inglés perdió los nervios con un gol anulado en el tiempo de descuento que era la victoria para los madridistas frente al Valencia CF
El último enfrentamiento entre Valencia y Real Madrid en el estadio de Mestalla no fue la excepción, culminando en una escena que desató un torbellino de opiniones. En el corazón del debate, un gol anulado a Jude Bellingham en el último suspiro del partido, un momento que muchos calificarían de inédito y que pone sobre la mesa la eterna discusión sobre la justicia y la precisión en el arbitraje.
Un Real Madrid siempre a remolque del Valencia en el marcador
Desde el inicio, el choque prometía ser eléctrico. Las expectativas estaban puestas especialmente en Vinicius Jr., objetivo de insultos racistas en su anterior visita a Mestalla. Sin embargo, el brasileño respondió en el campo con un doblete, demostrando que el mejor contraataque es un buen juego. La controversia no tardó en aparecer, especialmente en los minutos finales, cuando el gol de Bellingham fue anulado por el árbitro Gil Manzano, sumiendo el encuentro en una confusión generalizada.
Los matices de la decisión arbitral
La jugada que definió el encuentro llegó tras un tiempo añadido de siete minutos, extendido por circunstancias del juego. Bellingham, creyendo aún en la posibilidad de la victoria, remató a la red un centro de Brahim, pero el árbitro ya había indicado el fin del juego, aunque de una manera que dejó dudas. La decisión de anular el gol fue recibida con incredulidad y furia por parte de los jugadores del Real Madrid, desencadenando una serie de protestas que culminaron con una tarjeta roja directa para Bellingham.