Un duro revés para el tenista y sus aficionados
Carlos Alcaraz ha confirmado lo que muchos temían: no podrá disputar el Mutua Madrid Open por una lesión en el aductor derecho. El desgarro muscular que sufrió durante la final del Trofeo Conde de Godó le obliga a parar y pone en entredicho su participación en el Masters 1000 de Roma. Una decepción enorme tanto para el jugador como para los miles de aficionados que esperaban volver a verle brillar en una de sus plazas favoritas.
El murciano, campeón en Madrid en 2022 y 2023, ha tomado una decisión tan dolorosa como necesaria. Las pruebas médicas realizadas el lunes confirmaron una lesión que requiere descanso inmediato si quiere estar a punto para Roland Garros. Su baja no solo representa la pérdida de uno de los grandes atractivos del torneo madrileño, sino que también interrumpe una temporada marcada por la irregularidad física.

Obligado a priorizar su salud antes de París
Alcaraz comparecerá este jueves en una rueda de prensa en la Caja Mágica para anunciar oficialmente su baja. Ya había dejado entrever sus dudas durante su intervención en ‘El Hormiguero’, donde confesó estar “un poco fastidiado físicamente”. A pesar de su deseo de competir en una de las pistas que más le motiva, ha primado la lógica y la prudencia.
Desde su llegada a Madrid tras la final del Godó, el jugador ha cumplido con una agenda repleta de compromisos: gala de los Premios Laureus, promoción del torneo, eventos publicitarios y el estreno de su documental. Todo ello, sin entrenarse, en medio de constantes valoraciones con su equipo técnico y médico. La decisión de no forzar ha sido inevitable.
Madrid se queda sin su ídolo
Para Alcaraz, este torneo tiene un componente emocional. Lo ganó en dos ediciones consecutivas y es, sin duda, uno de sus feudos predilectos. La noticia de su baja es un jarro de agua fría que corta de raíz la ilusión de los seguidores del tenis en España, que soñaban con verle levantar el trofeo una vez más.
El foco se traslada ahora a su recuperación, con la vista puesta en llegar en condiciones óptimas a Roland Garros. Mientras tanto, Madrid deberá esperar un año más para volver a ver a su campeón.