Tras semanas de dudas y un paso gris por la gira norteamericana, el murciano vuelve a brillar sobre tierra batida con una victoria que lo reafirma como líder generacional
Carlos Alcaraz ha vuelto a encontrar el camino con un triunfo que reconecta con su esencia. El joven tenista murciano ha conquistado el título en Montecarlo, en un torneo donde ha demostrado carácter y paciencia. No solo suma su segundo trofeo del año, sino que firma su sexto Masters 1000 y se coloca con 18 títulos ATP a los 20 años. Una cifra que lo sitúa ya por encima de Àlex Corretja y a tan solo dos de Carlos Moyà, confirmando su pertenencia a la élite histórica del tenis español.
La final frente a Lorenzo Musetti tuvo un desenlace abrupto, con el italiano visiblemente superado físicamente tras una semana maratoniana. El 3-6, 6-1 y 6-0 final habla tanto del desgaste del rival como de la capacidad de Alcaraz para leer el partido y manejar los tiempos. “No es la forma en que me gusta ganar, pero estoy contento con mi evolución”, reconoció tras el encuentro. Su victoria lo convierte en el más joven en ganar Montecarlo desde Rafael Nadal en 2008.

El regreso a la tierra firme tras un ciclo de turbulencias
Después de una gira norteamericana sin resultados, incluida su eliminación temprana en Miami, el título en la arcilla monegasca marca un cambio de ciclo para Alcaraz. “Este torneo ha sido una prueba de carácter y me siento orgulloso de cómo la superé”, expresó con emoción. Con esta actuación, recupera el número 2 del ranking ATP, adelantando a Alexander Zverev y quedando a tiro de Novak Djokovic, que no participó esta semana.
Más allá del resultado, el triunfo refleja una madurez creciente. Su juego aún presenta picos de irregularidad, con un promedio de 33 errores no forzados por partido, pero ha sabido evolucionar en la gestión emocional del juego. En la final, escuchó las indicaciones de su equipo. “No hay prisa, estate ahí” y aplicó una fórmula de consistencia que anuló por completo a su adversario. En la gira europea de tierra batida, Alcaraz vuelve a marcar territorio como heredero legítimo del dominio que un día ejerció Nadal.
Discurso maduro y mirada puesta en Barcelona
En sala de prensa, Alcaraz se mostró reflexivo y autocrítico. “He aprendido que no debo mirar lo que dicen, sino enfocarme en mi entorno. Gane o pierda, debo disfrutar compitiendo”, afirmó. Reveló que una frase de Samuel López, su entrenador, le ayudó a sostenerse durante la semana. “Hay que mirar a los problemas de frente”. Con esa filosofía, el murciano ha logrado salir de la tormenta con más solidez que nunca.
Lorenzo Musetti, pese a la derrota, valoró el nivel del español. “Tiene algo especial. Si yo hubiera estado al cien por cien, habría sido otra historia. Pero espero volver a encontrarme con él”, dijo. El italiano se baja del Barcelona Open Banc Sabadell por lesión, mientras que Alcaraz debutará este martes en el torneo catalán con la intención de seguir sumando puntos, confianza y huella en una temporada que vuelve a pintarse de rojo.