La trampa del siglo llega expuesta en números de concesión marcadas por las entidades que las regulan
El comienzo de una nueva era se ha apoderado del entorno. Las redes de vanguardia han migrado a una nueva exposición llamada 5G, una banda que promete mayores velocidades gracias a las nuevas concesiones entregadas por las entidades estatales en el 2018. Todos los operadores, incluidos (Yoigo, Orange en sus redes 5G) han entrado a competir, pero mucho ojo que no todos pueden garantizar fidelidad a sus promesas.
Las bandas de frecuencia terminan siendo un tema de complejo entendimiento. Para marcar un paréntesis, tener estas catalogadas en el bloque de las bajas, al igual que tenerlas en el bloque de las altas generan desacuerdos notorios. Aunque existe un tema incluso más llamativo, y es la división del espectro.
La comprensión en las entregas de la frecuencia esclarece el nudo del problema
Para dotar esta situación de un contexto mucho más fiable, hay que verlo desde un punto de vista. Las redes que van entre 3,4 GHz a 3,8 GHz, son las más importantes. Esto porque son las que soportan la mayor carga del tráfico, en en espectros que se van hasta los 40 MHz. Ahí viene al caso Orange que se hizo con 60 MHz por 132,15 millones de euros.
Es una de las que se queda en la zona baja, si se tiene en cuenta algunos competidores. Movistar compró 50 MHz en la subasta del 5G por 107,4 millones de euros, pero Vodafone tiene en su poder una concesión de 90 MHz en la banda 3,5 GHz que compró por nada menos que 198,1 millones de euros en un acuerdo por 20 años.
Separar los bloques, un problema de amplio reconocimiento
Ya líneas arriba se mencionó la alternativa tecnológica que esto representa. Vodafone es el más claro ejemplo, al tener todo relacionado a un solo bloque, le permite tener centralizado su trabajo, y permite que la finalidad del ofrecimiento llegue sin latencias. Elimina las frecuencias contiguas, que como es sabido, contraponen su poder y generan conflictos que son bastante llamativos de resolver.
Es lo que sucede con: Movistar, Orange y Yoigo 5G, que se plantan en ofrecer dos bloques. La velocidad se frena, y las expectativas de mejorar este caso tendrá que esperar. El despliegue es un tema que va a paso lento, y con los contratos firmados se rehúsan a presentar soluciones viables. Cabe resaltar que todo esto se otorga por subasta, y los procesos de obtención son por ,lo regular dilatados.