Varios movimientos en el centro del campo le han dado al entrenador un nuevo punto de vista para lo que resta de temporada
Real Madrid acaba de ganar el derbi madrileño, con autoridad y buen juego. Su gran desempeño se lo deben básicamente al manejo que Zidane ha imprimido en los últimos meses, y solidificado en varios esquemas puntuales como la armazón en el centro del campo donde ha llegado a modificar su estilo fortaleciendo la zona con hasta 5 efectivos. Con el retorno de Benzema las cosas parecen mejorar y de hecho se ha visto.
Todo comenzó en los juegos de la Supercopa de España, donde ante la ausencia de hombres como Hazard, Bale y Benzema lo ha obligado a encontrar variantes, variantes que hoy lo tienen gozando de extrema salud. En el centro del eje pone a Casemiro, al lado Valverde y Kross, dejando la zona de gestación adjudicada a Modrid y a Isco, dos verdaderos cracks.
Rodeando así a Benzema garantiza gestación, filtración, juego en conjunto y mucho gol. El francés es la pieza faltante, que hoy ha llegado y de qué forma, con gol y tres puntos a la bolsa que les permite seguir mirando a todos desde lo más alto. Jovic ha vuelto al banco de suplentes, y el equipo ha ganado mucho en ese nuevo rol.
Benzema da la luz de cara a lo que se viene
El 4-3-2-1 o 4-1-4-1 del nuevo Real Madrid es un dibujo mucho más compensado. Ya sin extremos netos, el equipo puede dar apertura a la banda con sus laterales, incorporar a gente con buen manejo en el medio, y garantizar un buen flujo de juego combinativo tan característico de los equipos de Zidane.
La irrupción de Valverde ha sido fundamental, es un jugador polivalente, valiente y muy certero, que defiende y ataca en la medida que el juego mismo se lo permita. Pero sin dudas la mejor noticia de la temporada la ha recibido el club con la recuperación de su 9. A Benzema se le echaba de menos sobre todo porque puede hacer todo prácticamente, definir, y bajar para conectar líneas.
El primer reto se ha cumplido, y solo resta hacer frente a lo que se viene. Por delante están las fases definitivas en la Copa del Rey, y el juego ante el Manchester City de los octavos de final de la UEFA Champions League. Benzema está a plenitud, el resto de la plantilla viene motivada y su entrenador no cree en nadie. Mucho ojo con este Real Madrid.