Si hace unas semanas contábamos que Felipe VI iba a levantar el castigo a su padre, nuevo giro de guión en palacio
Zarzuela ha tomado una decisión radical con el rey emérito. Aluden motivos constitucionales, pero en realidad es que no lo quieren ver ni en pintura. La Casa Real, en un nuevo giro de timón radical ha prohibido a Don Juan Carlos acercarse a Galicia, específicamente a la localidad de Sanxenxo, donde quería disfrutar de sus amadas regatas.
Felipe VI ha vetado el viaje de placer de su padre a Galicia, donde tenía previsto participar en una competición de regatas los días 19, 20 y 21 de mayo. Aparentemente, la decisión no se debe a molestias familiares o enemistades, sino a una cuestión de Estado. Es la excusa oficial de Zarzuela para no ver al rey emérito.
Zarzuela tiene motivos para vetar el viaje del rey emérito
Las elecciones del 28-M se aproximan y Felipe no quiere tener a un personaje tan sensible haciendo de las suyas a pocos días de la celebración de un acontecimiento de primera magnitud para el orden constitucional. La cita con las urnas será a nivel local, pero es la máxima expresión de la democracia participativa y deben ser jornadas tranquilas, sin disturbios ni movidas extrañas.
Juan Carlos es un imán de sorpresas, la gran mayoría desagradables, capaz de cualquier cosa. Su presencia en Galicia podría generar inestabilidad política en la región, lo que a su vez pondría en riesgo la estabilidad de la Corona y del sistema en su conjunto. Zarzuela no sabe qué hacer para mantener lejos al rey emérito.
Felipe VI obligado a romper su acuerdo
A pesar de que las negociaciones entre Casa Real y el exiliado royal habían llegado a un punto de acuerdo, el patriarca no se dio por vencido y consiguió difuminar la condición impuesta por Felipe. Sin embargo, finalmente, el rey ha vuelto a recular y le ha dicho a su padre que sería mejor que viniera a Galicia en otro momento, que ahora no toca. Por el bien de la Corona y del país, es mejor evitar el iceberg.
Juan Carlos, por su parte, tiene mono de regatas y también tenía previsto participar en agosto en las pruebas que tendrán lugar en la isla de Wight, en Reino Unido. Pero de momento tendrá que aguantarse, ya que sabe que no es bienvenido. La vuelta del rey emérito sigue siendo un quebradero de cabeza para Zarzuela.