La enigmática posición de Victoria Federica en el panorama británico
Victoria Federica ha sido, recientemente, objeto de análisis por el prestigioso medio británico ‘Daily Mail’. Mientras en España se debate sobre su autenticidad y la influencia de su padre, en el extranjero la ven con otros ojos. En el citado medio, la describen como una figura “Extremadamente glamourosa y con contactos impecables”, resaltando su intento de incursionar en el mundo influencer. Sin embargo, más allá del glamour, hay un trasfondo que pocos conocen.
La prensa británica ha centrado su atención en aspectos más superficiales de Victoria. Su pasión por los toros, su profunda relación con el rey emérito Juan Carlos I y su devoción por el catolicismo, son los puntos de enfoque. Sin mencionar la comparativa con la reina Letizia, que se ha destacado por su elección de diseñadores similares, como Lorenzo Caprile.
La irrupción en el mundo de la moda y la sombra de Jaime de Marichalar
Uno de los momentos más sonados en la carrera “moda” de Victoria Federica fue su aparición en el desfile de Dior en París. Allí, no solo se codeó con celebridades de la talla de Rihanna, sino que también mostró su poderío en el mundo fashionista. Sin embargo, muchos apuntan a la influencia de su padre, Jaime de Marichalar, como el principal engranaje para su entrada en este universo exclusivo.
Con un puesto en el consejo de LVMH, Marichalar ha sido una pieza clave en la construcción de la imagen de su hija. Su vasta experiencia en el mundo del lujo le ha proporcionado las herramientas necesarias para guiar a Victoria en sus primeros pasos en la moda. Además, su red de contactos ha abierto puertas que, de otro modo, podrían haber permanecido cerradas para la joven.
La cruda percepción dentro del sector influencer español
Mientras que en tierras británicas la imagen de Victoria es de ensueño, en España, el panorama es totalmente distinto. Marc Florensa, experto en redes, ha señalado que Victoria es vista con recelo por muchos influencers reconocidos. La consideran una intrusa que ha llegado a la fama no por méritos propios, sino por la influencia y poder de su apellido.
En conclusión, Victoria Federica se encuentra en una encrucijada de percepciones. Por un lado, es vista como una estrella ascendente en el extranjero; por el otro, su autenticidad es cuestionada en su propio país. Solo el tiempo dirá qué camino tomará finalmente.