Roy Keane se ha descrito a sí mismo como viviendo con un “botón de autodestrucción”, cuando él miró hacia atrás de su tempestuosa carrera y trató de explicar sus viejos hábitos de consumo y de lo difícil que había encontrado adaptarse a la vida después de jugar al fútbol. Keane, en su nueva autobiografía, admite que “solía estar desaparecido por unos días” antes de dejar el alcohol y pinta la imagen de alguien que ha tenido problemas con la bebida. “Mi crisis ha estado sucediendo durante años”, dice.
Keane en su libro, The Second Half (La segunda parte), es bastante crítico con Sir Alex Ferguson y algunos de sus otros ex colegas en el Manchester United, pero sus problemas se derivan de la baja autoestima y admite que sus ex-compañeros solían ser cautelosos de salir con él porque era “una bomba de relojería”.
“La ira es un rasgo útil. Pero cuando estoy acorralado en una esquina, cuando me meto en situaciones profesionales o personales, sé que en el fondo me pierdo”, dice el irlandés. “Ese es el botón de autodestrucción. No sé si se trata de una baja autoestima. Las cosas podían estar muy bien, pero yo sufría mucho”, añade el mítico centrocampista del Manchester United.