Ignacio Allende, conocido como Torbe, fue arrestado en el aeropuerto de Madrid-Barajas tras una denuncia por presunta agresión sexual. La joven que lo señaló afirma que llegó a España engañada y fue retenida contra su voluntad
Torbe, productor audiovisual de contenido para adultos, fue detenido en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas cuando regresaba de Cuba. Agentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid ejecutaron la orden de arresto tras la denuncia de una joven que lo acusa de agresión sexual. La investigación también lo señala por presunta detención ilegal y trata de seres humanos.
El arresto se produjo el 13 de febrero, luego de que un juzgado de lo Penal de Madrid lo condenara a dos años de prisión por difundir grabaciones de carácter sexual en las que aparecían menores. No era la primera vez que enfrentaba la justicia, ya que en 2008 recibió una condena de un año por corrupción de menores.
Las autoridades investigan si Torbe mantuvo retenida a la víctima en un piso de Madrid
Tras la detención, Torbe compareció ante el juzgado de guardia, donde decidió responder únicamente a las preguntas de su abogado. La fiscalía no solicitó prisión preventiva ni medidas cautelares, por lo que el juez decretó su puesta en libertad. Sin embargo, el caso sigue abierto y bajo la supervisión del Juzgado de Instrucción número 44, que evaluará las pruebas y testimonios antes de tomar una decisión definitiva sobre su procesamiento.
La denuncia de la joven describe cómo fue captada bajo falsas promesas y posteriormente retenida contra su voluntad. Las autoridades trabajan para verificar su testimonio y determinar si hay más implicados en esta red de abuso. Mientras tanto, la defensa de Torbe sostiene que su cliente es inocente y que la acusación carece de fundamento sólido.
Un historial judicial marcado por delitos sexuales y distribución de material ilegal
No es la primera vez que Torbe enfrenta acusaciones relacionadas con explotación y abuso. Su nombre ya había estado vinculado a casos similares, siendo condenado en 2020 por distribuir material sexual con menores y anteriormente, en 2008, por corrupción de menores. Estas condenas han generado una fuerte polémica sobre su actividad en la industria del entretenimiento para adultos y los límites legales de su trabajo.
El nuevo proceso judicial reabre el debate sobre la reincidencia y el control de personas con antecedentes en este tipo de delitos. Aunque quedó en libertad, la investigación sigue en curso y no se descarta que puedan surgir nuevas pruebas o testimonios en su contra. Las próximas semanas serán clave para determinar el rumbo del caso y si finalmente se formalizarán nuevos cargos en su contra.
