El número de mascotas en España sigue creciendo, lo que impulsa el debate sobre la creación de un impuesto similar al de otros países europeos
España alberga más de 30 millones de mascotas, según la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales (ANFAAC). Los perros lideran la lista con 9.313.098 ejemplares, seguidos por peces y gatos. Este aumento en la población animal ha llevado a varios municipios a considerar la implantación de un impuesto para los propietarios. Zamora fue pionera en aplicar esta medida en 2019, exigiendo nueve euros anuales a los dueños de perros para mejorar servicios municipales. Sin embargo, la tasa fue retirada tras cumplir su propósito inicial. Otros ayuntamientos como Gijón y Palencia han explorado la idea, aunque sin éxito hasta ahora.
En Europa, países como Alemania ya aplican este tipo de tasas. Los dueños de perros pagan entre 100 y 120 euros anuales en ciudades como Berlín y Fráncfort, mientras que en Núremberg la cifra puede alcanzar los 1.000 euros. El objetivo declarado es financiar el mantenimiento de parques y la gestión de residuos. Alemania recauda alrededor de 421 millones de euros al año con este sistema, lo que ha despertado el interés de otros países europeos, entre ellos Francia, donde se estudia la viabilidad y la aceptación pública de la medida.
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El coste de tener mascota se dispara mientras se debate la implantación del nuevo impuesto
Tener una mascota en España ya implica un gasto considerable. Según la Real Sociedad Canina de España (RSCE), mantener un perro cuesta cerca de 1.200 euros anuales, mientras que en el caso de los gatos el gasto ronda los 986 euros. La alimentación representa la mayor parte del presupuesto, con 60 euros mensuales para perros y unos 25 euros para gatos. A estos costos se suman los servicios veterinarios, especialmente durante los primeros meses de vida del animal, cuando se requiere invertir en vacunas, esterilizaciones y microchips.
Aunque algunos propietarios podrían aceptar un pequeño cargo adicional si se traduce en beneficios para sus mascotas, la mayoría rechaza la medida si se percibe como un simple recurso recaudatorio. La RSCE defiende que se prioricen las campañas educativas antes que imponer nuevas tasas. Insisten en que la tenencia responsable de animales debe basarse en la educación y la convivencia, más que en sanciones económicas.
Entre la recaudación y la convivencia: el dilema que enfrenta a ciudadanos y autoridades
Las autoridades locales consideran esta tasa como una opción para reforzar los recursos municipales. Los ingresos obtenidos podrían destinarse a la construcción de parques para perros o a la mejora de los servicios de limpieza. Sin embargo, la opinión pública se mantiene dividida. Muchos ciudadanos creen que el gasto familiar ya es elevado y que una nueva carga económica resultaría innecesaria, sobre todo si no se garantiza un retorno tangible en infraestructuras o beneficios veterinarios.
Por ahora, la propuesta sigue en fase de análisis en distintas ciudades españolas. La clave estará en equilibrar las necesidades municipales con las expectativas de los dueños de mascotas. Mientras tanto, la tenencia responsable y la concienciación social parecen ser el camino más efectivo para garantizar la convivencia armoniosa entre animales y ciudadanía.