La Audiencia Provincial de Ciudad Real absuelve a un hombre de abuso sexual continuado contra una menor de 12 años
La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha absuelto a un hombre de 20 años acusado de abuso sexual continuado contra una niña de 12 años, quien quedó embarazada de gemelos. El tribunal estimó que las relaciones fueron consentidas. No había una diferencia significativa de edad y que, dentro de la comunidad gitana, es una conducta normal. Este fallo se suma a un precedente reciente en la Audiencia Provincial de León.
La directora general de Igualdad de Trato y No Discriminación y contra el Racismo del Ministerio de Igualdad, Beatriz Micaela Carrillo, calificó la decisión judicial de “absoluta vergüenza”. Carrillo recordó que el Código Penal no excluye la protección a los menores gitanos. Defender estas sentencias implica tolerar abusos sexuales contra niñas gitanas con pocas consecuencias legales.
Argumentos del Tribunal para la absolución
El caso en Ciudad Real se remonta a 2022, cuando un hombre de 20 años inició una relación con una niña de 12 años con el consentimiento de ambas familias. La menor quedó embarazada y, al acudir al médico, se activaron los protocolos legales. Resultando en la detención del hombre, quien desconocía la edad exacta de la niña. La Fiscalía solicitaba 11 años y seis meses de prisión, pero el tribunal absolvió al acusado aplicando el artículo del Código Penal que permite excluir la responsabilidad penal en casos donde el autor es próximo en edad y desarrollo a la víctima.
La sentencia, emitida en febrero de 2024, destaca que no existe controversia sobre el contexto cultural de la relación. El tribunal argumenta que la relación se desarrolló en el ámbito cultural de la comunidad gitana, donde es común que personas jóvenes se casen. Además, se consideró que las relaciones fueron consentidas y que la menor tenía un desarrollo normal, no viviendo su situación como abuso.
Repercusiones y análisis
El tribunal consideró creíble que el acusado desconociera la edad exacta de la menor, creyendo que ella tenía 15 años debido a su apariencia y comportamiento. La sentencia subraya que tanto el acusado como la menor consideraban normal su relación, influenciados por su entorno cultural gitano. Además, el fallo destaca que la percepción cultural de la relación es relevante en la evaluación del caso. Finalmente, se concluyó que el contexto cultural de la comunidad gitana jugó un papel significativo en la comprensión y aceptación de la relación por ambas partes.
El informe psicosocial utilizado en la sentencia destaca que la menor no vivió su situación como abuso, sino que se consideraba feliz con el acusado. La sentencia subraya que el mundo relacional de la menor está basado en las costumbres gitanas, y tanto ella como el acusado interiorizaron esa cultura, lo que influenció su percepción de la relación.
