Nuevas informaciones escandalizan seguidores de laureada actriz
El cine de la vieja usanza es aquel que ponderaba el guion, la trama y el reparto por encima de cualquier efecto de edición como lo hacen las películas de hoy en día. Cuenta de ello, Pretty Woman, cuyo argumento (escandaloso para la época), tenía inicialmente planes distintos para la actriz Julia Roberts, quien por aquella fecha ostentaba una prometedora carrera.
Esta producción innovadora de los años noventa tiene en su haber la módica suma en recaudo taquillero de aproximadamente 500 millones de dólares, acreditándose también el premio Globo de Oro a la mejor actriz principal de comedia o musical, siendo todo una revelación del cine de la época.
Siendo Roberts una delicada, joven y guapa actriz, los planes del director para con ella enmarcarían un hito en una sociedad tan conservadora en los años noventa, enrolándola en un mundo de prostitución, lujuria, drama y drogadicción impensado por aquellos años en Estados Unidos.
3.000, era el nombre que la cinta llevaría, haciendo alusión al costo por los servicios que el personaje de Julia Roberts prestaría al actor Richard Gere, que ponía una única condición sabiendo el problema de drogadicción por el que pasaba la prostituta (J.Roberts), cero consumo de cocaína mientras esta estuviese con él.
Cabe reseñar, que la también productora y actriz estadounidense Meg Ryan, fue la primer opcionada en realizar el papel de la famosa prostituta, personaje arrebatado por los dotes que actoralmente Julia tenía y le habían valido nominaciones a grandes galardones.