La guerra de Ucrania testigo de tácticas que los rusos ya empleador en Siria
El comandante de las fuerzas terrestres ucranianas, Oleksandr Syrsky, acusa a Rusia de aplicar tácticas de tierra quemada en la batalla de Bajmut, tal y como ya hizo en Siria. Según Syrsky, las fuerzas rusas están utilizando bombardeos aéreos y de artillería para destruir edificios y posiciones ucranianas. Esta táctica tiene como objetivo destruir todo lo que pueda ser de utilidad al enemigo, incluyendo refugios, transporte y suministros.
La táctica de la tierra quemada que emplea Rusia es tan vieja como la propia guerra. Al emplearse en territorio enemigo, se busca también intimidar y provocar sufrimiento a la población local para minar su voluntad de resistir. Si se utiliza en territorio propio al retirarse, el objetivo es retrasar o detener el avance enemigo.
Rusia emplea la táctica de la tierra quemada
En Bajmut, una ciudad del este de Ucrania que el Ejército de Putin intenta controlar desde el verano, tanto rusos como ucranianos han desplegado fuerzas especiales. Si Rusia logra tomar Bajmut, podría avanzar sobre dos ciudades más grandes de la región de Donetsk: Kramatorsk y Sloviansk. Según el Estado Mayor ucraniano, al menos diez ciudades y pueblos han sido objeto de bombardeos rusos.
La táctica de tierra quemada se ha utilizado desde la antigüedad, y consiste en destruir todo lo que pueda ser útil al enemigo, ya sean cosechas, viviendas, infraestructuras, etc. Actualmente, el fuego sigue siendo el método más común para aplicar esta estrategia, aunque en las guerras modernas es menos útil ya que los ejércitos llevan sus propios suministros.
El recuerdo de Siria
En Siria, Rusia aplicó la táctica de tierra quemada a través del general Alexander Dvornikov, que fue acusado de cometer crímenes de guerra. Durante el conflicto, el régimen de Bachar al Asad atacó a su propia población con una operación de tierra quemada en las zonas donde se ubicaban los grupos rebeldes.
Esta operación se combinó con bombardeos indiscriminados y el uso de armas químicas. Una situación que provocó un elevado número de fallecidos y el desplazamiento forzoso de miles de sirios. Dvornikov estuvo a cargo de las tropas rusas que Putin envió a Siria en 2015 para respaldar al gobierno.