La decisión del jurado tras la prueba de eliminación deja helados a los aspirantes
La octava edición de MasterChef ha dejado atónitos a los seguidores. La decisión del jurado sorprendió tanto a la audiencia como a los aspirantes, que no esperaban una decisión así en la segunda entrega. De igual modo, el programa contó con una visita especial y con la polémica generada en torno a varios concursantes.
El programa comenzó de la mejor manera. Tamara Falcó, última ganadora de MasterChef Celebrity, volvía al plató del concurso para ayudar en la primera prueba a los aspirantes. Una prueba que tuvo una vencedora clara, Adrienne, quien realizó un arriesgado plato dulce que sorprendió a los jueces.
Pero la tranquilidad de la primera prueba chocó de golpe con el caos de la prueba por equipos. En esta ocasión, los concursantes se desplazaron hasta Frigiliana, donde afloraron los primeros conflictos. Saray protagonizó un feo gesto dirigido a Jordi Cruz mientras que Iván y Andy comenzaron a tener problemas.
Debido a su rifirrafe con Andy, Iván fue el gran perjudicado en la prueba de eliminación, ya que, además de limpiar un pescado completo, contó con quince minutos menos que el resto de sus compañeros gracias a Andy. Sin embargo, supo salir airoso de la situación y cocinó un plato que gustó a los jueces.
Todo lo contrario a lo que ocurrió con Adrienne y Monica, que no supieron sacar un plato correcto. La primera porque, siguiendo los consejos de su compañera, no cogió el producto principal del supermercado. Y la segunda porque, sintiéndose culpable de su error, perdió la concentración y no presentó un buen plato. Es por eso que los jueces decretaron una doble expulsión para sorpresa de los aspirantes y los espectadores.
