Falso compañerismo provoca el caos en el programa
Los participantes de Supervivientes cada vez están más ofuscados entre ellos mismos. Con Carlos Sobera como maestro de ceremonias, el programa vivió una noche cargada de enfrentamientos que se empezó a complicar cuando Elena sintió un falso remordimiento de conciencia al robar comida a los siervos. La convivencia en Honduras, cada vez más difícil.
Se trataba de un programa muy especial. Porque ya sabemos la mecánica del concurso. Supervivientes se hace en Honduras, y los participantes, por contrato, viven absolutamente aislados del mundanal ruido. Es decir, no sabían nada del coronavirus hasta que el otro día se lo comunicaron, por obligación.
Porque la lacra del coronavirus también ha llegado a Honduras, donde decretaron estos días el confinamiento para evitar la expansión del virus. Ante los cambios que iban a tener lugar también en el desarrollo del programa, desde Mediaset se vieron obligados a contar el problema a los concursantes.
Así pues, el programa duró menos tiempo, se vio un plató vacío y se tomaron las precauciones necesarias. Eso sí, los concursantes se olvidaron pronto del tema cuando Elena tuvo, por exigencias de guión, de ir a robar comida a los siervos.
Eso sí, cuando ya estaba en ello, le reconcomía por dentro el dejar sin nada a sus compañeros. Algo que sentó muy mal a los demás, pensando que lo hacía para evitar la nominación. Una falsa modestia que enganchó a Ferre y Avilés: “Eres una mala persona, Elena“. Saltaron chispas un día más.