Se abre una ventana esperanzadora luego de la confirmación en cifras por parte de los inventores del medicamento
Una compañía biotecnológica ha destapado este fin de semana una de las bombas más sonadas del momento, la que detalla un medicamento capaz de mediar las repercusiones del coronavirus. Se trata del Remdesivir, un compuesto que logra minimizar los efectos en pacientes graves tras la consecución del COVID-19, una vez son diagnosticados.
Gilead (nombre de la compañía creadora) ha hecho las pruebas suficientes en pacientes en Estados Unidos, y ha llegado a la conclusión de que su efecto está destinado a los efectos de recuperación. No es una vacuna ni mucho menos la solución definitiva, pero viene demostrando que logra acelerar el proceso de recuperación en porcentajes significativos.
Su descubrimiento ha sido todo un boom en el mundo de la salud. Y por tanto se espera que para finales de este mes de mayo, la compañía haya producido unas 140.000 unidades de tratamiento, y considera la cifra de un millón de las mismas para fin de año. Ambicioso proyecto que busca tener de acuerdo a todas las coyunturas profesionales en donde están: los institutos nacionales de salud, y la administración de alimentos y medicamentos.
Así actúa el medicamento
En cifras, la recuperación en un tope del 50% es lo que hasta ahora se ha evidenciado. Los pacientes que son tratados con Remdesivir tienen una mejor respuesta al virus, recuperando su sistema inmune para combatir este poderoso agente de ataque en los días más críticos tras su pronunciamiento en el cuerpo.
Así lo ha afirmado, Daniel O’Day, el ejecutivo de más alto rango de la compañía que ha hecho el descubrimiento. Pero para ser más concretos, la respuesta al tratamiento que puede ir entre 5 y 10 dosis, ha sido de un 31% más veloz en el campo de la recuperación en comparación con pacientes a los que se les ha administrado placebo. Un número contundente que busca la administración pública hacer eco para la propagación rápida del tratamiento en pacientes en todo el mundo.
Las mejoras clínicas progresivas son certeras, y la reducción en muertes se da en hasta un 8%. De momento se espera tan solo un aval para que la empresa encargada se de a la tarea de masificar el tratamiento. Resta esperar lo que salga de los consejos médicos mundiales, y del cómo tiene previsto cada gobierno la propagación de este fármaco. El mundo está atento.