El programa volvió a darle la oportunidad de ser millonario
¿Quién quiere ser millonario? vuelve a ser el protagonista de la televisión con una vuelta más que sonada y que se encuentra dentro de la celebración por los 30 años de historia de Antena 3. El programa sigue contando con el mismo funcionamiento y, a medida que vas resolviendo preguntas, la dificultad de éstas aumenta como también lo hace el premio.
En esta ocasión el presentador de ¿Quién quiere ser millonario? no fue Carlos Sobera, quien se encuentra entre los preparativos de Supervivientes y el encargarse del restaurante de First Dates en los canales de Mediaset. Su lugar lo ocupa en la actualidad Juanra Bonet, además de hacer que los concursantes no exploten las bombas de ¡Boom!
Respecto a la edición de hace años, también ha cambiado el premio final que era de 50 millones de pesetas, lo que le daba el segundo nombre al programa al denominarse 50 por 15. Actualmente, el premio final de ¿Quién quiere ser millonario? está valorado en un millón de euros.
El encargado de participar en la edición del pasado miércoles fue Enrique Chicote, el único ganador del premio en la antigua edición de ¿Quién quiere ser millonario? El concursante llegaba al programa con mucho ánimo tras ser invitado por su condición de ganador del premio. Una condición que demostraría resolviendo preguntas.
Enrique Chicote, además de su conocimiento, reflejó su condición de estratega a la hora de resolver preguntas. Aunque en algunas dejase claro que conocía la respuesta por experiencia propia, como la referente al Barrio Húmedo de León. En cambio, su suerte se torció y empleó dos comodines en preguntas que desconocía, algo que no hizo en la del color del fruto de la mandrágora, con la que se arriesgó y falló. Eso sí, esta vez el premio que se llevó fue de 15.000€.
