Un aplazamiento momentáneo para el desalojo en Casa Orsola
El emblemático edificio modernista Casa Orsola, en el barrio de l’Eixample de Barcelona, es hoy símbolo de la lucha por el derecho a la vivienda. Este viernes estaba programado el desahucio de Josep Torrent, un maestro de 49 años que lleva 22 años viviendo allí. Sin embargo, la fuerte movilización de vecinos y activistas logró aplazar temporalmente el lanzamiento, ahora reprogramado para el próximo lunes a las 5:00 de la madrugada.
La comitiva judicial pospuso la ejecución debido a la masiva concentración en las inmediaciones del edificio, aunque aclaró que no se trata de una cancelación definitiva, sino de un retraso que busca garantizar medidas de seguridad adicionales.
La situación de Casa Orsola y sus vecinos
En 2021, un fondo de inversión inmobiliario adquirió la Casa Orsola para transformarla en apartamentos de lujo dirigidos al alquiler turístico. En aquel momento, 27 viviendas del edificio estaban habitadas con alquileres entre 700 y 900 euros mensuales. Desde entonces, los nuevos propietarios optaron por no renovar contratos, exigiendo a los inquilinos abandonar sus pisos.
Actualmente, cinco vecinos permanecen en el edificio resistiendo a los desalojos. Josep Torrent es el primero en enfrentarse a una orden judicial tras el vencimiento de su contrato en 2022, pese a que ha seguido depositando su renta de 700 euros en los juzgados mientras busca una solución negociada.
Respuesta social y política
El caso de Casa Orsola ha generado una ola de solidaridad. La noche del jueves, decenas de personas se congregaron frente al edificio para frenar el desahucio, transformándolo en un emblema contra la especulación inmobiliaria y el impacto del auge de los alquileres turísticos en Barcelona.
El Sindicato de Inquilinas y colectivos vecinales han señalado que los fondos de inversión están desplazando a los residentes para maximizar beneficios, un fenómeno cada vez más recurrente en el barrio del Eixample y otras zonas de la ciudad.
Posición del Ayuntamiento de Barcelona
El Ayuntamiento, que en 2021 estudió adquirir el inmueble mediante el derecho de tanteo, descartó la operación por razones técnicas y económicas. Aunque han acompañado a los vecinos en la búsqueda de alternativas, solo han acreditado un caso de vulnerabilidad, al cual ofrecieron una vivienda alternativa que fue rechazada.
No obstante, el consistorio insiste en su compromiso de garantizar una vivienda digna y combatir el fraude de los alquileres turísticos.
Una problemática extendida en el Eixample y Cataluña
El caso de Casa Orsola refleja un problema mayor. En el Eixample izquierdo, más de 40 bloques están en situaciones similares. Además, Cataluña lidera en España con una media de 22 desahucios diarios, evidenciando la magnitud de la crisis habitacional en la región.
Josep Torrent: un símbolo de resistencia
Josep Torrent, quien soñaba con jubilarse en Casa Orsola, enfrenta un futuro incierto. Aunque su objetivo ha sido siempre negociar colectivamente con los propietarios, lamenta la falta de respuestas tanto de la propiedad como de las administraciones públicas.
El maestro, visiblemente emocionado, ha agradecido el apoyo ciudadano y ha declarado que continuará luchando por su derecho a permanecer en el edificio que ha sido su hogar durante más de dos décadas, convirtiéndose en un símbolo de resistencia frente a la especulación inmobiliaria.
