Un pacto estratégico con exclusiones temporales
Junts per Catalunya y el ejecutivo de Pedro Sánchez han reanudado este martes las conversaciones tras sellar un acuerdo parcial que desbloquea un paquete de medidas sociales. El decreto, pactado horas antes de la intervención pública del presidente, incluye subidas en pensiones, bonificaciones en transporte y acciones contra la ocupación ilegal de inmuebles. Carles Puigdemont, líder de la formación independentista, había suspendido previamente las negociaciones por discrepancias en el texto inicial.
Según detalla Junts en un comunicado, el pacto excluye de momento aspectos como reformas tributarias o ayudas a empresas electrointensivas, que se abordarán en futuras discusiones. «Hemos centrado los esfuerzos en proteger a familias en riesgo y garantizar derechos frente a impagos», explicó la formación, subrayando que temas como el «impacto del impuesto a la banca» quedan fuera del acuerdo actual.
La cuestión de confianza: un desafío institucional
Como contrapartida, Junts logró incorporar al acuerdo una Proposición No de Ley (PNL) que exige a Sánchez someterse a un debate de confianza en el Congreso. Miriam Nogueras, portavoz del partido, argumentó: «Un Gobierno sin mayoría debe negociar cada paso. Exigimos claridad sobre el cumplimiento de lo pactado».
El presidente, sin embargo, restó importancia a la urgencia de esta medida durante su intervención: «Es un recurso constitucional, pero no hay motivos para activarlo ahora». Sánchez evitó comprometerse con plazos, aunque admitió tácitamente que la propuesta forma parte de la estrategia de negociación con los independentistas.
Reactivación de las mesas técnicas: avances limitados
La firma del decreto social marca un giro táctico en la postura de Puigdemont, quien congeló las conversaciones la semana pasada al tildar de «insuficientes» las garantías ofrecidas. Con este avance, Junts retoma su participación en debates sobre vivienda, empleo y fiscalidad, pero mantiene en standby temas delicados como el concierto económico catalán.
El texto incluye también ayudas para afectados por catástrofes naturales y medidas contra el trabajo irregular, según especificó Junts en su documento interno. No obstante, la formación rechazó cualquier modificación en competencias digitales o postales, al considerarlas una «intromisión» en las autonomías regionales.
El tablero político: Sánchez y Puigdemont, en un equilibrio frágil
Este acuerdo refuerza la dependencia mutua entre el PSOE y Junts, cuya posición como fuerza bisagra (con 7 escaños) le otorga influencia decisiva. Se trata del tercer pacto en medio año donde los independentistas condicionan su apoyo a concesiones en materia catalana. Sánchez, por su parte, suma ya 10 acuerdos puntuales con partidos nacionalistas desde 2023, consolidando su perfil como negociador en entornos parlamentarios complejos.
Con las elecciones catalanas en el horizonte y el debate de confianza pendiente, la relación entre ambos líderes seguirá definiendo la estabilidad legislativa. Mientras Puigdemont busca capitalizar su poder de veto, Sánchez intenta avanzar en su agenda social sin perder el frágil equilibrio en el Congreso.