Una propuesta a conveniencia es lo que tiene planeado el club francés que tiene en vilo a la junta directiva culé
Neymar es el jugador de moda en Barcelona, no solo por sus polémicas actuaciones, sino por su más que sonada posibilidad de transferencia al cuadro que dirige Quique Setién. En las últimas semanas la chance ha ido creciendo, y más que eso, ha ido certificando puntos directos de acuerdo a algunos avances legales.
De acuerdo a la expresa y abierta necesidad del jugador por ser parte del nuevo proyecto culé, se ha decidido que las vías de negociación están muy enfocadas al caso. Eso quiere decir, que si llegado al punto no se encuentra una concordancia de posturas, se podría llegar a una vía legal en la cual la FIFA interviene directamente por ser Neymar mayor de 28 años y haber pertenecido por al menos 3 años al mismo club.
Pero esto llevaría al jugador a tener una cláusula que va de entre los 150 y 180 kilos, una cifra por estos días inasumible por parte del club. Bartomeu le ha pedido no acceder a ello, y maniobrar bajo sus recursos la vía más adecuada. Otro tema que raya lo absurdo, ya que conlleva a otras circunstancias que una vez explicado burla lo que por inercia se viene estipulando en la actualidad, los salarios.
Un trueque por Griezmann es la opción más fuerte
Si se recurre a la primera alternativa, y pagar los 180 kilos fuera su única opción, el club se vería obligado a rebajar el salario de los nuevos en un 70%. Por muy cruel que parezca es la solución a la dura crísis económica que han tenido que pasar los blaugranas luego de este parón obligatorio a causa del coronavirus.
De otro modo, el PSG la ha puesto más sencilla y pide un trueque por Griezmann para rebajar el impacto de la compra a valores altos en el club. Una alternativa que se viene evaluando hace un tiempo considerable, y de la que han surgido varias posturas al respecto. Una parte lo aprueba, como es el caso de Messi, y otra está mucho más austera, esperando que el francés se adapte para sacar partida a los 120 millones pagados en verano pasado.
Bartomeu es el encargado de llevar el enorme peso que eso conlleva. No hay formas más certeras de entrar en negociaciones que esa, y ellos son conscientes de ello. A día de hoy existe un dilema bastante considerable, y es por demás un caso al que se le debe invertir tiempo y reuniones. Se dice que el verano estará lleno de emociones; ya veremos cuál es la vía elegida entre unos y otros.