Temperaturas más cálidas y precipitaciones escasas en la mayor parte del país
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha publicado sus previsiones para los próximos tres meses: agosto, septiembre y octubre. Según las predicciones, la mayor parte del país experimentará temperaturas más cálidas de lo normal, con la excepción del extremo norte de la Península, donde se mantendrán en valores habituales. Este pronóstico se da en un contexto de canícula, el período más cálido del año, lo que implica que el calor será probablemente intenso.
En cuanto a las precipitaciones, las predicciones indican que serán normales o inferiores a las habituales. Dado que esta época del año suele ser seca, se pueden esperar algunos chubascos tormentosos dispersos, pero en general predominará el tiempo seco.
Alta probabilidad de temperaturas superiores a lo normal
La predicción para el trimestre agosto-septiembre-octubre, que abarca el final del verano y la primera parte del otoño, incluye una probabilidad del 60% al 70% de que las temperaturas sean superiores a lo normal. Este aumento térmico afectará a la mayor parte del país, lo que podría intensificar la sensación de calor durante los próximos meses.
Por otro lado, en cuanto a la probabilidad de precipitaciones, se indica un 40% al 50% de que los próximos tres meses sean más secos de lo normal, frente a un 20%-25% de que sean más lluviosos. Este pronóstico sugiere que la sequía podría ser una preocupación para varias regiones, especialmente en áreas que ya experimentan bajos niveles de precipitación.
Impactos del clima previsto en la vida cotidiana y el medio ambiente
El pronóstico de temperaturas más cálidas y precipitaciones escasas puede tener varios impactos en la vida cotidiana y el medio ambiente. Los sectores agrícola y ganadero podrían enfrentar desafíos debido a la falta de agua y al calor extremo, lo que podría afectar la producción de cultivos y el bienestar del ganado.
En áreas urbanas, el calor extremo puede afectar la salud de las personas, especialmente de las más vulnerables como los ancianos y los niños. Las autoridades deberán estar preparadas para implementar medidas de mitigación, como la creación de refugios frescos y la promoción de prácticas de ahorro de agua.