La prestación económica dirigida a quienes han perdido a su pareja no es indefinida y puede ser retirada en ciertos casos
El apoyo financiero que brinda la pensión de viudedad representa un alivio para muchas personas que han sufrido la pérdida de su cónyuge o pareja de hecho. Aunque es un derecho reconocido por la Seguridad Social, no está garantizado de por vida y puede extinguirse bajo determinadas circunstancias.
Este tipo de prestación está destinada a quienes cumplían con los requisitos establecidos en el momento del fallecimiento del causante. Factores como la edad, la situación económica o la existencia de una discapacidad pueden influir en la cantidad asignada, pero mantener el cobro depende de seguir cumpliendo con las normas establecidas.
Situaciones que pueden derivar en la cancelación de la pensión
El derecho a recibir esta ayuda puede verse afectado por cambios en la situación personal del beneficiario. Contraer matrimonio nuevamente o inscribirse como pareja de hecho suele ser una de las principales causas de extinción, salvo en aquellos casos donde la persona demuestre que la pensión es su única fuente de ingresos o que cumple otros criterios específicos, como la incapacidad permanente o la edad avanzada.
Otro motivo por el que la Seguridad Social puede retirar esta prestación está relacionado con la responsabilidad en el fallecimiento del causante. También ocurre lo mismo en casos donde se detecta falsedad en la información proporcionada sobre las circunstancias del fallecimiento.
Requisitos y actualización de la prestación
El importe de esta ayuda se ajusta cada año con el fin de mantener el poder adquisitivo de quienes la perciben. La revalorización aplicada en 2024 busca compensar los efectos de la inflación, garantizando que los beneficiarios puedan seguir cubriendo sus necesidades económicas básicas.
Sin embargo, es fundamental que quienes reciben la pensión estén informados sobre las normativas vigentes para evitar situaciones que puedan poner en riesgo su continuidad. La mejor opción ante cualquier duda es acudir directamente a la Seguridad Social o consultar con un especialista, asegurando así el cumplimiento de los requisitos necesarios.
