El programa está desfavoreciendo a bares y restaurantes
Pocos programas de televisión levantan tantos comentarios en redes sociales como Pesadilla en la cocina. El programa de Alberto Chicote ha conseguido, por méritos propios, ser un éxito de audiencia. Y todo gracias a la personalidad del cocinero, que trata de rescatar a los restaurantes de la quiebra.
En este caso, la cadena está emitiendo reposiciones de ediciones anteriores ya que con el tema del coronavirus no pueden grabar nuevas entregas. Pero la verdad es que esto no está perjudicando para nada a la cadena, que está cosechando el mismo éxito que tendrían si fueran nuevas. La estrategia es reponer episodios polémicos de Pesadilla en la cocina, aquellos que suscitaron mayores críticas.
Este fue el caso del restaurante Generación del 27, que actualmente sigue impactando por el trabajo que realizó allí Alberto Chicote. Y es que el chef casi vomita cuando probó uno de los platos que estos ofrecían en la carta. El servicio fue durante todo el programa un desastre, y es que sus componentes no se llegaron a entender ni entre ellos ni con el presentador.
Por ello, si hay algo que consigue Pesadilla en la cocina se puede decir que es impactar en el público. Un público que a su vez son clientes potenciales de esos restaurantes que aparecen, y que terminan asqueados ante tanta imagen desagradable. Twitter es una de las redes sociales donde más se puede reflejar este sentimiento de rechazo.
A pesar de ello, Pesadilla en la cocina continuará en emisión cuando la crisis sanitaria pase. Sin embargo, los usuarios de redes sociales ya han manifestado que cada vez es más complicado asistir a bares y restaurantes, puesto que comienzan a fijarse en todos los detalles que se nos muestran en el programa de Alberto Chicote.