Se ve cada vez más lejos una renovación satisfactoria entre partes
En el último tiempo una de las novelas de mayor rating en el conjunto merengue ha sido la que han protagonizado Sergio Ramos y el presidente de la institución, Florentino Pérez. Y todo a cuenta de lo que podrá ser la renovación del contrato que termina en primera instancia, el verano del año que viene.
Ni el jugador ni mucho menos su jefe han podido acercar posturas, primero por un tema salarial, y ahora por estar envueltos en una polémica que incluye a Jesús Vallejo. Lo último que se supo es que Ramos, se ha mostrado furioso por el simple hecho que le dejaran salir al canterano, jugador que se terminará marchando a cambio de unos 5 millones de euros hacía el Real Valladolid.
El enfado es mayúsculo a cuenta de una posibilidad inmersa en el movimiento
Y qué problema debería existir en que el club concrete una venta u otra, se supone que ninguna, pero Ramos es un viejo zorro en esto y lo ha identificado. La molestia viene a raíz de un tema directo, la posibilidad de rapto de un referente de la posición en el mercado de pases de verano. Lo que pondría en peligro su continuidad y desde luego la posibilidad de ser tenido en cuenta para la selección de cara a la Euro.
Según palabras del propio Ramos, la mejor alternativa en estos casos era haber sostenido a un jugador joven, con talento y con todos los pergaminos del proceso selección para mantener la idea. Pero parece ser claro que van a por uno de los que ha estado inmersos en la especulación habitual, donde destacan: Virgil Van Dijk, Dayot Upamecano, Mohamed Salisu, Kalidou Koulibaly y Diego Carlos.
Florentino tiene el tiempo contado para reconducir la situación
Si bien es cierto que ninguna de las dos partes se ha abierto a dejar sembrado el hecho de forma oficial, si se cuenta con que los roces van en escalada. Mantener todo de forma hermética les permite ganar tiempo, y cerrar ciclos que podrían hacer explotar la situación mucho más de lo que ha estado por ahora.
El tiempo apremia, la temporada vivirá uno de sus cierres más electrizantes que jamás se recuerden y el periodo de fichajes estival está al caer. De acá a las fechas pactadas deberá quedar todo definido, y desde luego, se deberá emitir un concepto certero que busque dar continuidad a una política que tiene como fin hacer más grande de lo que es al Real Madrid.