Ha desechado por completo su potencial remplazo en días de cuarentena
Una de las cosas que peor se han tomado en la escena general del fútbol es la relación deteriorada entre Messi y Gerard Piqué. Primero y segundo capitán del FC Barcelona habían caído en una lucha sin fundamentos que abarcaba la disputa del manejo del grupo al interior. Ahora, ha sido la misma pulga quien sale a desmentir el posible reemplazante del veterano defensor. Increíble.
Preocupa bastante que la solidez del club se vea envuelta en peligros como la falta de contextura en la defensa, pues se ha pasado de ser uno de los clubes menos goleados, a tener cifras en rojo muy alarmantes en el último tiempo. Por tanto, la directiva se había planteado varias opciones, y una de las que más gustaba era la de valorar uno que otro talento de afuera con argumentos sólidos y comprobables.
El primero en salir a escena fue Luiz Felipe, un brasileño que viene dando sus primeros pasos en el profesionalismo. Ha caído de pie en la Lazio, el equipo más ordenado y menos agredido de la aguerrida y táctica Serie A italiana. Sus cualidades saltan a la vista, y ese estirpe de defensor consagrado, fuerte, veloz y alto, le tenían las vara bien alta.
Luiz Felipe cae en las redes impuestas por el capitán
Ni siquiera sus cifras excelentes le han servido a Messi, que parece este periodo de fichajes se ha puesto más exigente que siempre. Cree que la falta de experiencia es fundamental para el No, y considera que necesita mucho más rodaje antes de ponerse a la altura del FC Barcelona. Parte de razón tendrá, ya que más allá de su explosión final, ha estado solo en el campo en 19 partidos, un promedio muy bajo para alguien que se quiera considerar top.
A sus 22 años ha visto las mieles del éxito, y en un proyecto que a priori no era considerado ambicioso como el de la escuadra de la capital italiana. Una muestra más de la influencia de Messi, único jugador capaz de hacer enfrentar a la dirigencia, la secretaría técnica y al grupo de jugadores con solo una intervención.
Las decisiones están aplazadas hasta nueva orden. De momento el grupo se encuentra confinado en sus casas esperando que el brote de coronavirus merme, y la sociedad encuentre tranquilidad. Es una realidad a la que nadie se le ve poner freno. Messi vuelve a poner la vara de medición muy alta, ¿quién será el que llene sus expectativas?.