El gobierno de Maduro en Venezuela presenta un proyecto legislativo en respuesta a los desafíos de la oposición
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha tomado una medida significativa al presentar ante la Asamblea Nacional, dominada por el chavismo, un proyecto de ley denominado “contra el fascismo, neofascismo y expresiones similares”. Este proyecto, presentado por la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez, se compone de cuatro capítulos y treinta artículos diseñados para “preservar la convivencia pacífica y la tranquilidad pública”. Según Rodríguez, la ley busca fomentar “el ejercicio democrático de la voluntad popular, el reconocimiento de la diversidad, la tolerancia y el respeto recíproco”, especialmente en momentos de tensión y confrontación.
La propuesta de ley surge en un contexto de creciente tensión política en Venezuela, especialmente con miras a las próximas elecciones presidenciales del 28 de julio. Delcy Rodríguez rememoró las protestas antigubernamentales de 2014 y 2017, atribuyendo la violencia y las consecuencias trágicas a “sectores extremistas” de la oposición. Estos grupos, según Rodríguez, han buscado un “bloqueo criminal” con el fin de provocar un “genocidio económico y social” en el país.
Medidas contra el “fascismo” y sanciones incluidas
Entre las disposiciones destacadas del proyecto de ley se encuentra la prohibición de la difusión de mensajes que inciten o promuevan la violencia como método de acción política. La ley también contempla la creación de una comisión contra el fascismo, así como una red internacional de organizaciones comprometidas en la lucha contra esta ideología.
Aunque las sanciones penales y administrativas por incumplimiento de la ley no se han detallado específicamente, su mención indica una posible vía para reforzar el cumplimiento de esta nueva normativa. Este anuncio se produce tras el aviso de Rodríguez, el pasado 24 de marzo, sobre la formación de una comisión encargada de elaborar el mencionado proyecto.
Perspectiva internacional y reacciones
El gobierno venezolano asegura que esta ley es una respuesta a las conspiraciones desactivadas que buscaban atacar a la alta dirigencia del chavismo y generar un ambiente de violencia política antes de las elecciones. La introducción de esta ley ha generado preocupación entre observadores internacionales y miembros de la oposición, quienes temen que pueda ser utilizada para reprimir las voces disidentes bajo la premisa de combatir el “fascismo”.
La situación política en Venezuela continúa siendo un tema de debate y análisis a nivel global, especialmente en el contexto de la democracia y los derechos humanos. Sin embargo, la comunidad internacional permanecerá atenta a la implementación de esta ley y sus implicaciones para la libertad de expresión y el derecho a la protesta en Venezuela.
