ersonas radicalizadas que sin recibir órdenes de ningún líder actúan llamadas por las órdenes globales de la yihad violenta
Toda Europa se ha tensionado. La amenaza terrorista siempre ha estado latente. Desde 2015 que estamos en alerta 4 sobre 5, pero los llamamientos desde el mundo árabe violento a una “yihad global” han hecho encender todavía más las alarmas. La guerra entre Hamás e Israel, las manifestaciones por todo el mundo, de un signo y del otro, y también los ataques terroristas consumados en Francia y Bélgica los últimos días han obligado a los lobos solitarios a tomar medidas.
Fuentes de la inteligencia de los Mossos mantienen una escucha activa y un ciberpatrullaje reforzado para poder detectar, de manera preventiva, radicalizaciones y propaganda que pueda derivar en una acción de carácter violento en nuestra casa. Desde los llamamientos a esta “yihad global” y la acción terrorista de Hamás, se ha detectado un incremento de volumen de propaganda, aunque reenviada desde aquí, producida en el extranjero.
Lobos solitarios en Catalunya
Los mismos analistas, al mismo tiempo, ponen sobre la mesa que en estos momentos, el principal problema que podría tener Catalunya con respecto a un ataque terrorista es el que podrían desarrollar los que son conocidos como “lobos solitarios”, que en el argot policial también son conocidos como “actores solitarios” o “terroristas solitarios”.
Estos son los terroristas que pueden generar algún tipo de atentado, segundos los análisis de los Mossos, en Catalunya. Gente radicalizada, sin estructura que no necesitan una gran logística más allá de la oportunidad de hacer daño en nombre del grupo terrorista al cual se han sumado.
En este caso, los “lobos solitarios” son personas que hacen un proceso de radicalización
El uso de armas de fuego, o de armas de guerra, ya limita más la acción, ya que no es tan fácil de poder conseguirlas. En este caso, los “lobos solitarios” son personas que hacen un proceso de radicalización, que cambian sus conductas y que el ataque terrorista puede ser la última fase, hecho que facilita la detección por parte de la inteligencia policial, que los últimos años ha desplegado muchos agentes a combatir esta peligrosa lacra.
Se hacen seguimientos digitales, ciberpatrullaje y también seguimientos físicos a varias personas en Catalunya, si bien la Comisaría General de Información no ha revelado el número exacto de personas que están bajo el radar policial por su peligrosidad extremista.