El líder socialista madrileño responde a las críticas y se aferra al cargo
Juan Lobato, secretario general del PSOE-M, ha protagonizado una tensa comparecencia tras registrar ante notario conversaciones relacionadas con un supuesto fraude fiscal atribuido a la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Lobato denunció lo que considera un “linchamiento” por parte de compañeros de partido y se negó a dimitir, asegurando que el PSOE no es “una secta ni una agencia de colocación”.
El líder socialista enfrenta una creciente presión interna para abandonar el cargo antes del Congreso Federal del PSOE en Sevilla. Sus críticos lo acusan de haber roto la confianza del partido con su actuación al registrar los mensajes sin consultar previamente con la dirección.
Crece la tensión dentro del PSOE por el caso Lobato
El movimiento de Lobato para registrar las conversaciones generó una oleada de reacciones dentro del PSOE, tanto a nivel regional como nacional. Diversos dirigentes han pedido explicaciones más claras sobre sus decisiones y han cuestionado su continuidad al frente del partido en Madrid. Lobato defendió su actuación afirmando que el origen de la documentación era legítimo y que su única intención era garantizar transparencia.
Mientras tanto, la dirección nacional del PSOE evitó pronunciarse de manera contundente sobre el caso, delegando la gestión de la crisis al PSOE-M. Algunos dirigentes, como Fran Martín, delegado del Gobierno en Madrid, han solicitado explicaciones más detalladas para restaurar la confianza interna.
Un clima político cada vez más enrarecido
El caso Lobato se enmarca en un contexto de tensiones políticas y mediáticas, con acusaciones cruzadas entre el PSOE y el PP. Isabel Díaz Ayuso y su partido han utilizado la situación para atacar al líder socialista madrileño, mientras que Lobato contraatacó señalando que su partido no encubre irregularidades, defendiendo la integridad de la formación.
El desenlace de esta crisis podría marcar un punto de inflexión para el partido PSOE madrileño. Con el Congreso Federal a la vista, las decisiones que tome la dirección nacional y regional serán determinantes para el futuro del partido en la Comunidad de Madrid.