Un paso hacia jornadas laborales más cortas para finales de 2025
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha confirmado que el próximo 4 de febrero el Gobierno español aprobará en Consejo de Ministros la propuesta para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Esta medida, que busca mejorar las condiciones laborales, deberá ser debatida y votada en el Congreso de los Diputados, donde el Ejecutivo necesitará una mayoría para lograr su aprobación definitiva.
Implementación progresiva y acuerdos sindicales
El objetivo de esta reforma es que la reducción de la jornada laboral sea aplicada de forma progresiva, permitiendo que todos los trabajadores puedan beneficiarse de ella para finales de 2025. Este acuerdo fue alcanzado en diciembre entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos, aunque la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) decidió no respaldarlo.
Carlos Cuerpo destacó la necesidad de apoyar a las pequeñas y medianas empresas (pymes) durante esta transición, para garantizar que la implementación sea efectiva. Este tema ha sido objeto de análisis en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, donde también participaron la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Debate sobre la tramitación y tensiones políticas
Uno de los puntos en discusión es si la medida será tramitada por vía ordinaria o urgente, lo que marcará los tiempos para su implementación. Además, la relación entre Carlos Cuerpo y Yolanda Díaz se ha tensado recientemente. Díaz criticó al ministro por, presuntamente, retrasar la aprobación del acuerdo, afirmando que “negar media hora menos de trabajo al día es casi de mala persona”.
Resistencia de la patronal y antecedentes históricos
La CEOE y la Cepyme han manifestado su rechazo a la reforma, alegando que no fue acordada en el marco del diálogo social, como establece el Estatuto de los Trabajadores. Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, denunció que esta medida podría ser inconstitucional, acusando al Ministerio de Trabajo de invadir competencias reservadas a la negociación colectiva.
A pesar de estas resistencias, Yolanda Díaz recordó que medidas similares también enfrentaron oposición en el pasado. En 1983, el Gobierno de Felipe González redujo la jornada laboral a 40 horas semanales, y en 1990, el Tribunal Constitucional ratificó su validez, sentando un precedente para la actual reforma.
El Congreso, el próximo reto
Si el Consejo de Ministros aprueba la propuesta, el proyecto será enviado al Congreso, donde el Gobierno necesitará negociar con las fuerzas políticas para garantizar los apoyos necesarios. PSOE y Sumar deberán liderar esta iniciativa en un contexto político marcado por las tensiones entre empresarios, sindicatos y partidos.
La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales podría convertirse en un avance histórico para España, modernizando las condiciones laborales y enfrentando desafíos tanto políticos como empresariales.
