El trato hacia su hermana por parte de Zarzuela es muchísimo más atento y considerado
La infanta Sofía, la hija menor de los Reyes de España, cada vez está más arrinconada en Zarzuela. El tratamiento que se le está dando en comparación con su hermana mayor, la princesa Leonor, deja muchísimo que desear. A pesar de ser una favorita de los ciudadanos por su personalidad y presencia, Sofía ha sido relegada a un segundo plano en la Familia Real y ha sido considerada como la suplente de Leonor en caso de abdicación o fallecimiento.
Sin embargo, la infanta Sofía pronto tendrá su primer gran acto oficial como protagonista única: su confirmación, un sacramento católico para adolescentes. A pesar de que este debería ser un momento especial para ella, se ha desatado una controversia sobre quién será su padrino de confirmación. Según las pistas dadas por la Casa Real, solo cuatro familiares asistirán a la iglesia: Felipe, Letizia, la reina Sofía y Leonor.
La infanta Sofía ante su gran día
El padrino de confirmación de Leonor fue su padre, Felipe, lo que parecía una elección lógica. Pero para la infanta Sofía solo quedan tres opciones: la reina Sofía, que tiene 84 años; Leonor, que es menor de edad; o Letizia, quien es atea y no practica el catolicismo.
La decisión salomónica sería elegir a Felipe como padrino de confirmación para no discriminar a la infanta Sofía. Sin embargo, según un medio cercano a Zarzuela, se está considerando que la abuela materna de Sofía, la reina Sofía, sea la madrina en lugar del rey Felipe, como fue el caso de Leonor. Supuestamente, la idea es marcar cierta diferencia entre el caso de la princesa heredera y el de su hermana, la infanta Sofía.
El tratamiento de Zarzuela genera polémica en redes
Este trato discriminatorio hacia Sofía ha sido fuertemente criticado. En pleno 2023, es increíble que todavía existan personas que decidan privilegios basados en la jerarquía de la familia. Especialmente cuando se trata de dos hijas adolescentes que merecen el mismo respeto y consideración.
La infanta Sofía merece tener su propio momento especial sin sentirse menospreciada en comparación con su hermana mayor. Deberían ser tratadas ambas como lo que son, dos adolescentes con toda la vida por delante. Por mucho que les haya tocado nacer en la Familiar Real y que deban acatar las normas.