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La fragata Blas de Lezo armada hasta los dientes

La Infantería de Marina carga material en el portaeronaves Juan Carlos I ante la escalada de tensión en Oriente Medio

El Ministerio de Defensa español ha activado todas sus capacidades tras el aumento de tensión en Oriente Medio. Mientras el Ejército del Aire y del Espacio se encuentra ya en Beirut para evacuar a los ciudadanos españoles que han solicitado salir del país, la Armada se prepara para una posible evacuación de los 650 militares desplegados en Líbano. El martes se dio la orden de municionar la fragata Blas de Lezo, atracada en Ferrol, como parte de una “operación no planeada” en caso de que deba ponerse en marcha hacia Líbano.

Según se ha informado, la Blas de Lezo, tercera fragata de la clase Álvaro de Bazán, podría ser necesaria si Naciones Unidas decidiera cesar la misión de paz establecida en la Blue Line. En tal caso, el objetivo del Ministerio de Defensa es tener toda la logística lista para poder actuar rápidamente y evacuar a las tropas españolas lo antes posible.

Aunque estos planes no se encuentran aún en marcha, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha confirmado que “la misión tiene sentido” y que por ahora continúa, pese a la creciente inseguridad que ha obligado a las tropas a permanecer más tiempo en búnkeres.

Coordinación con el portaeronaves Juan Carlos I y la Infantería de Marina

La Blas de Lezo tiene previsto partir hacia Cartagena una vez finalice su preparación. Como parte de la 31º Escuadrilla de Escoltas, la fragata acompaña a otros buques de mayor envergadura, siendo clave para garantizar la seguridad de las operaciones. En este contexto, la activación de la Infantería de Marina del Tercio de la Armada, con base en San Fernando, Cádiz, se coordina con la preparación del portaeronaves Juan Carlos I, el buque más grande de la Armada, que también está siendo cargado con material.

El Juan Carlos I, especializado en transporte estratégico, está preparado para navegar escoltado por fragatas F-100, como la Blas de Lezo, que velan por la seguridad de todas las operaciones. Ambas embarcaciones estarían listas para actuar si se da la orden de finalizar la misión de paz en la zona, cumpliendo con su rol de protección y transporte de las fuerzas de Tierra desplegadas. El objetivo es asegurar una respuesta rápida y eficiente, proporcionando el apoyo necesario para la retirada de las tropas si la situación en la Blue Line lo requiere.

Planificación estratégica ante un posible cambio en la misión de paz

La preparación de la Blas de Lezo y del portaeronaves Juan Carlos I refleja la disposición del Ministerio de Defensa para responder a cualquier cambio en el escenario de seguridad en Líbano. A pesar de que la misión de paz continúa activa, se mantiene una postura preventiva para garantizar la seguridad del contingente español y la capacidad de evacuar rápidamente si las circunstancias lo exigen.

La planificación meticulosa y la coordinación entre las distintas ramas de las Fuerzas Armadas demuestran el compromiso con la seguridad de las tropas y la capacidad de reacción ante situaciones imprevistas. Esta preparación incluye tanto el despliegue de medios navales como el apoyo logístico necesario para una posible evacuación. Cada detalle ha sido cuidadosamente diseñado para garantizar una respuesta eficaz y rápida, subrayando la importancia de estar preparados para cualquier eventualidad que pueda surgir en el terreno.