Los resultados de las elecciones municipales ha creado gran caos entre los partidos que han perdido fuerza y confianza en la población
El partido Ciudadanos, abanderado del liberalismo en España, ha decidido marcar un paréntesis en su relación con el electorado. En vista de la incompatibilidad entre el actual ambiente político y la revitalización del centro, el partido ha optado por tomarse un descanso, esperando la calma posterior al desvanecimiento del sanchismo. La propuesta de no participar en las próximas elecciones generales del 23 de junio fue abrumadoramente aprobada en la reunión del Comité Ejecutivo, según fuentes internas.
Este repliegue táctico busca evitar otro revés electoral y preservar su salud financiera hasta la próxima contienda electoral, las elecciones europeas de 2024. El preludio de las elecciones generales, las autonómicas, ha enviado una señal clara: la inminente marea anti-Sánchez que mayoritariamente favorecerá a Alberto Núñez Feijóo. La dirección del partido es consciente de que el centro político necesita respirar y que las circunstancias ideales para entrar en liza son esperar a que gobierne la derecha y a que el ambiente se desenrede.
El oxígeno suficiente para Ciudadanos hasta 2024
Con los 500 concejales ganados en las elecciones del 28 de mayo, Ciudadanos tiene suficiente margen para resistir hasta las elecciones europeas de 2024. El Brexit ha disminuido el costo del escaño en Europa, lo que podría beneficiar a Ciudadanos, un partido con vocación eminentemente europeísta, permitiéndole colocar a sus líderes más visibles en Bruselas.
La opción de concurrir solo en Madrid fue considerada pero finalmente desechada por los integrantes del partido. Este enfoque, que hubiera seguido el modelo de Íñigo Errejón con Más País, no encontró suficiente apoyo, ni siquiera por parte de figuras clave como Inés Arrimadas o Begoña Villacís. Por lo cual, se busca una nueva salida para avanzar dentro del partido.
La carencia de líderes potenciales
El debilitamiento de su escuadrón de líderes también ha influenciado la decisión de Ciudadanos. El lanzamiento de Begoña Villacís, por ejemplo, no tendría sentido después del mal resultado en Madrid, mientras que Patricia Guasp, portavoz nacional, ha quedado lejos de conseguir un escaño en Baleares. El Comité Nacional, integrado por los miembros del Comité Ejecutivo y 35 miembros adicionales, ratificará la decisión tomada en la reunión del lunes.
De esta forma, Arrimadas y Villacís, miembros destacados de este órgano, defenderán la postura de no presentarse a las generales. Por su parte, Ciudadanos emprendió hace un año una ardua misión de refundación tras el revés de las elecciones andaluzas. Después de meses de trabajo, concluyó que debía defender la moderación y los intereses de la clase media, aunque aún no han podido explotarlo en su máximo poder.
