El cantautor habla sobre su caída en el programa de La Sexta
Al igual que ocurrió en su anterior entrega, Lo de Évole ha contado con Joaquín Sabina, que ha explicado como vivió su caída en el WiZink Center. Pero lo más destacable es la confesión a Jordi Évole sobre su aislamiento, puesto que el cantautor y las nuevas tecnologías no lidian bien. Además, también ha hablado sobre cómo está viviendo el confinamiento.
Para comenzar, Joaquín Sabina le confesó a Jordi Évole que, si Dios quiere, esta será su última entrevista en televesión. Además, ha afirmado que ha accedido a realizarla por tratarse de Jordi Évole y por el público del programa de La Sexta, el cual le recuerda mucho a su gente.
Retomando el tema de su aparatosa caída, el cantautor apuntó que se trató de un error suyo. Tal y como ha contado el propio Joaquín Sabina, sobre el escenario del WiZink Center se enredó en un cable y al siguiente paso se cayó. Una caída, que según el propio artista fue más dura de lo que aparentaba.
“Siempre antes de salir al escenario pienso que eso puede suceder y siempre estoy atento y debí cometer algún error”
Joaquín sabina, sobre su caída
Y aún más duro lo que le ha provocado, por que, a parte de los diferentes hematomas y de las dos operaciones a las que ha tenido que ser sometido, Joaquín Sabina está impedido de un brazo, por lo que no puedo tocar la guitarra. Asimismo, Jordi Évole ha relatado que tampoco pensaba que la caída revistiera tanta gravedad y que le envió un mensaje a Joan Manuel Serrat bromeando sobre ello.
Pero, sobre todo, ha llamado la atención una confesión sobre Joaquín Sabina. En plena conversación, Jordí Évole, mientras le enseñaba una frase suya que se había extendido en redes sociales, reconoció que el cantautor no tiene teléfono móvil. Algo que concuerda con anteriores declaraciones de Joaquín Sabina, que afirmó que estaba totalmente aislado y que tan solo había tenido contacto con sus hijas y con Joan Manuel Serrat desde su accidente.
