Las cárceles en Tailandia, donde podrían enviar a Daniel Sancho, imponen condiciones insalubres a sus reclusos
Las autoridades tailandesas condenaron a Daniel Sancho a cadena perpetua por el asesinato de Edwin Arrieta y ahora enfrentará la posibilidad de trasladarse a cárceles con condiciones extremas y hacinamiento. Aunque pidió permanecer en la prisión de Samui, el juez le informó que la ley no permite su estancia prolongada en ese centro.
Las autoridades podrían enviar a Sancho a la prisión de Nakhon Si Thammarat, que alberga a más de 4.200 reclusos en celdas superpobladas, o a la prisión de máxima seguridad de Bang Kwang, ubicada al norte de Bangkok. Esta última, apodada el “Gran Tigre”, alberga a más de 8.000 presos en condiciones insalubres, con celdas que llegan a alojar a más de 30 personas y un solo agujero en el suelo a modo de baño.
El “Gran Tigre” la cárcel que se come a los hombres vivos
La prisión de Bang Kwang, conocida también como el “Bangkok Hilton” por la prensa internacional, se ha ganado su temible reputación a lo largo de los años. Antiguos reclusos describen este centro como un lugar que destroza la humanidad, afectando tanto el cuerpo como la mente, lo que justifica el apodo que le dieron los propios tailandeses.
Las condiciones en esta cárcel son extremas, con hacinamiento severo, falta de higiene, y reclusos obligados a pasar gran parte del día encerrados en celdas masificadas, lo que hace que la supervivencia dependa en gran medida de las remesas y ayuda recibidas desde el exterior.
Bang Kwang: la brutalidad del “Gran Tigre”
Los propios tailandeses bautizaron la prisión de Bang Kwang como el ‘Gran Tigre’ debido a su brutalidad. La prensa internacional la conoce como el “Bangkok Hilton”. Antiguos reclusos que vivieron años en este centro describen la cárcel como un lugar que destruye la humanidad, afectando tanto física como mentalmente a quienes la habitan.
La supervivencia en este entorno depende en gran medida de la ayuda externa, ya sea en forma de dinero, comida o suministros básicos como sábanas. El traslado de Daniel Sancho a una de estas cárceles significaría enfrentar un futuro en un entorno extremadamente hostil, donde las condiciones son tan duras que muchos reclusos ven su salud deteriorarse rápidamente.