El secretario de Estado de EE. UU. advierte sobre el papel de Kursk en el conflicto mientras se intensifican los ataques en la región
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, subrayó este lunes 6 de enero de 2025, desde Seúl, que la posición ucraniana en Kursk, dentro del territorio ruso, será determinante para cualquier futura negociación en el conflicto con Rusia. Estas declaraciones se producen en un contexto de contraataques ucranianos en la región fronteriza, confirmados por Moscú.
Kursk: un punto de inflexión en el conflicto
Blinken afirmó que la administración saliente de Joe Biden, que ha destinado miles de millones de dólares en asistencia de seguridad a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, tiene como objetivo fortalecer la posición de Ucrania en cualquier eventual negociación.
“La posición en Kursk influirá significativamente en cualquier conversación que pueda surgir durante el próximo año”, señaló Blinken, resaltando la relevancia de este enclave estratégico para el liderazgo ucraniano y las dinámicas de poder en la región.
Funcionarios estadounidenses han sugerido que, aunque no se esperan cambios significativos en las líneas de batalla en el este de Ucrania a corto plazo, el inesperado avance ucraniano en Kursk el año pasado reconfiguró las expectativas iniciales, complicando los planes de Moscú y reafirmando la resistencia de Kyiv.
Tensiones en aumento: Moscú responde al contraataque ucraniano
El Ministerio de Defensa ruso confirmó el domingo 5 de enero que Ucrania había iniciado un “contraataque” en Kursk, reavivando las hostilidades en una zona que se ha convertido en un foco de atención militar y política. Mientras tanto, bloggers militares pro-rusos han descrito la ofensiva ucraniana como “intensa y bien coordinada”, lo que podría cambiar el curso de los enfrentamientos en la región.
Por su parte, Blinken no comentó directamente sobre estas operaciones militares, pero advirtió que cualquier alto el fuego deberá ir acompañado de “garantías de seguridad sólidas” para Ucrania. “En la mente de Vladimir Putin, un alto el fuego no será el final del conflicto. Su intención de reequiparse y atacar nuevamente es evidente”, señaló, destacando la necesidad de disuasivos que eviten futuras agresiones.
Un cambio de postura en EE. UU. con la llegada de Trump
Mientras tanto, el presidente electo Donald Trump, quien asumirá el cargo este mes, ha manifestado su descontento con la política de asistencia militar a Ucrania, calificándola como un “desperdicio” de recursos. Trump ha prometido finalizar el conflicto rápidamente, con asesores que sugieren la posibilidad de utilizar la ayuda militar estadounidense como herramienta de negociación para presionar a Ucrania a realizar concesiones territoriales en favor de Rusia.
Blinken, sin embargo, enfatizó que cualquier negociación deberá garantizar que Ucrania no solo mantenga su integridad territorial, sino que también disponga de las herramientas necesarias para protegerse de futuras agresiones.
“El conflicto en Kursk no es solo una batalla militar, sino un símbolo estratégico que definirá la capacidad de Ucrania para defender su soberanía frente a las ambiciones imperiales de Moscú”, concluyó Blinken.