La actitud del popular chef del programa de talent culinario ha vuelto a sacar su lado más polémico para avivar el espacio
MasterChef se ha consolidado de la mejor manera entre sus distintas ediciones y programas, y lo mejor de todo es que se han mostrado como los auténticos reyes de su franja horaria, donde, a partir de estas últimas veces, el espacio de talent culinario de Televisión Española ha logrado imponerse ampliamente ante sus competidores. Y parte de culpa la tiene Jordi Cruz.
Esto es, entre otros, con programas como la expulsión de la polémica concursante Saray, quien, a partir de su bochornosa perdiz presentándolo como plato al jurado, MasterChef consiguió unos datos de audiencia realmente sorprendentes, donde a raíz de aquello empezó a cosechar victorias sin dejar espacio a nadie.
Por otra parte, muchos han incidido en que también se puede deber a la gran actuación mostrado por uno de ese jurado, Jordi Cruz, quien ha demostrado que poco importa que no esté la conductora del programa, Eva González, para aupar el éxito del talent de TVE, algo que se ha podido comprobar, en parte, gracias al chef.
Y es que Jordi Cruz, ha medida que han ido pasando los programas, y especialmente después de que Eva González se borrara por completo de esta edición, se ha impuesto a lo que normalmente conocíamos de él: su tranquilidad y calma ante los concursantes para ponerse duro, bravo y hasta más polémico ante todos ellos.
Algo que, como reflejan las audiencias, llegado al 23% y superando la barrera de los tres millones con 3.119.000 espectadores, se ha traducido en que MasterChef ha vuelto a colocarse por encima de Telecinco aventajándoles con hasta 13 puntos de diferencia. No sabemos si es una táctica impuesta por Jordi Cruz, pero la verdad es que ha funcionado a las maravillas.
