De ídolo del Betis a protagonista del escándalo
Joaquín Sánchez lo tenía todo: una carrera deportiva intachable, una familia aparentemente sólida y un éxito mediático envidiable tras su retirada del fútbol. Sin embargo, el eterno capitán del Betis se enfrenta ahora a la tormenta perfecta: filtraciones comprometedoras, especulaciones de infidelidad y una crisis matrimonial que podrían poner en jaque el imperio que ha construido alrededor de su imagen.
La aparición de conversaciones privadas con la modelo Claudia Bavel ha hecho tambalear su popularidad. La prensa del corazón y programas como De Viernes o Ni que Fuéramos Shhh… han encontrado un filón en esta situación, aireando detalles sobre supuestas deslealtades y problemas personales con su esposa, Susana Saborido. Joaquín, acostumbrado a dominar su relato, ahora se ve superado por un escándalo que podría afectar su credibilidad ante el gran público.
Un imperio mediático y económico en riesgo
La fortaleza de Joaquín está estrechamente ligada a su imagen de hombre cercano, alegre y familiar. Gracias a ello, ha protagonizado campañas para marcas de prestigio como Gillette, McDonald’s, Finetwork o Medik Hair, generando ingresos millonarios. Su éxito televisivo con programas como Joaquín, el novato y la serie documental El Capitán en América completan un perfil ideal para anunciantes.
Pero ahora esa imagen comienza a resquebrajarse. Expertos en marketing advierten que un daño reputacional podría provocar una pérdida de hasta un 30% en sus ingresos publicitarios. Un golpe duro para alguien cuyo estilo de vida depende, en gran medida, del valor de su marca personal.
Además, Joaquín posee importantes inversiones inmobiliarias gestionadas por sus empresas Chino Seventeen SL y Fenomagen SL, con activos valorados en varios millones. La estabilidad de su patrimonio depende directamente de su capacidad para mantenerse lejos del escándalo.

¿Podrá Joaquín remontar este partido?
El exjugador bético se enfrenta a su mayor desafío mediático, y esta vez la pelota no está en sus pies. De momento, ha optado por guardar silencio mientras la polémica crece. La gran duda es si logrará superar este episodio o si estamos presenciando el inicio del fin de su etapa dorada fuera del fútbol.
Joaquín, experto en regates imposibles dentro del campo, tiene ahora una difícil misión: recuperar la confianza del público para evitar que esta crisis arrastre consigo el legado construido durante décadas. ¿Estará preparado para este partido o acabará perdiéndolo en tiempo de descuento?