El siguiente problema que tiene que abordar el Eibar una vez cubierta al ampliación de capital es el aforo de Ipurua. Al tratarse de su primer año en Primera está obligado a ofrecer una cantidad mínima de 6.000 espectadores, algo que no cumple a día de hoy. De seguir un año más en la máxima categoría pasaría a ser de 13.000. Un grupo de arquitectos estudia las posibilidades de expansión del estadio a través de la instalación de gradas supletorias, si esta opción es inviable, tendría que mudarse a otro campo, Anoeta o Mendizorroza parecen las alternativas.