La serie de Movistar concluye con un alegato frente al feminismo
SKAM España, la adaptación de la serie noruega del mismo nombre que narra las vivencias de un grupo de adolescentes pero introduciendo todo tipo de estereotipos, puso fin a su tercera temporada. Una de las propuestas más arriesgadas de Movistar finalizó con un alegato final en favor del feminismo y contra las relaciones tóxicas y el machismo.
En su tercera entrega, todo ha girado en torno a Nora. Sin embargo en el último capítulo se ha compartido el protagonismo con Viri, que también ha sido muy importante en las vivencias de la propia Nora. Porque Nora es primeriza en el amor que jamás imaginó que podía caer donde finalmente cayó.
Porque Nora conoce a Miguel, un amigo de la infancia de su hermana mayor. Va a la universidad, lo que genera un interés inmediato en una niña de instituto. Se enamora y comienzan una relación. Pero Miguel es posesivo, celoso hasta límites que no deberían darse nunca.
Esta cuestión lleva a situaciones que han suscitado críticas desde diferentes sectores. Porque en plena celebración del feminismo, con lo que se apoya ahora las causas que pelean al machismo, irrumpe una serie que no se casa con nadie y en la que aparecen potenciales perfiles tóxicos en la sociedad que conocemos hoy.
En definitiva, una serie valiente, muy recomendable, que termina derrotando a cualquier estereotipo que hay en la sociedad. Las chicas rodean a Nora para apoyarle en todo momento y hacerle ver que debe luchar contra todo lo que suponga algo tóxico. De esa forma superan justas todos los baches que les impone el destino.
