La población mexicana está siendo bastante crítica con la narración de los hechos del mundo de la droga en México
Narcos es una de esas series que desde que llegó al catálogo de Netflix, ha tenido que lidiar con un éxito impensable incluso para ellos. Y es que la serie, ambientada en los capos de la droga más conocidos de Latinoamérica, ha sabido reinventarse de manera que no cae en la monotonía. Eso sí, es cierto que toca temas que no a todo el mundo les parece bien contados. Como es el tan polémico, violento y millonario mundo del tráfico de drogas.
Y es que los actores protagonistas son el atractivo esencial de la serie. Aunque parece que Diego Luna no ha llegado a conseguir el cariño de la audiencia. Se le ha tachado de no tener credibilidad al interpretar un papel de malo, algo en lo que por supuesto podemos encontrar disparidad de opiniones ya que hay de todos los gustos. Pero quizás sí que es cierto, que Wagner Moura, Pablo Escobar en las dos primeras temporadas de Narcos, consiguió de manera más exitosa llegar al corazón de los espectadores.
Además, últimamente hemos podido leer que la población mexicana no está muy de acuerdo en cómo se está enfocando el problema. Narcos: México está repleta de estereotipos, algo que no cae del todo bien a un país que está cansado de que se le relacione con la delincuencia y el narcotráfico.
Por ello, uno de los más perjudicados es el propio Diego Luna, que al ser el protagonista de la producción se está llevando todos los malos comentarios. Aunque la culpa más que de él, es de los propios productores de la serie. Parece que no le cogieron el hilo a esta trama tan bien como a la anterior.
Mejor está siendo la acogida de la nueva serie basada en el Chapo Guzmán. Y es que las críticas son bastante más positivas en la narrativa de la historia del mayor capo mexicano de todos los tiempos. El cual, aunque no queramos estropear el final de la serie, no termina muy bien.