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García-Gallardo deja de hacer el ridículo en política

Una renuncia que sacude a Vox y genera incertidumbre política

La renuncia de Juan García-Gallardo como portavoz de Vox en las Cortes de Castilla y León ha abierto un nuevo capítulo en la crisis interna del partido. Su decisión, vinculada a discrepancias con la dirección nacional y tensiones internas, ha provocado reacciones de los principales actores políticos de la región y cuestionamientos sobre el futuro de la formación en la Comunidad.

Mañueco garantiza estabilidad pese a la crisis en Vox

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, descartó que esta crisis en Vox pueda afectar al Gobierno de Castilla y León. “Los problemas de otros partidos no repercuten ni en la sociedad ni en el Ejecutivo”, aseguró. Mañueco destacó los logros en empleo, sanidad y educación y reafirmó su compromiso con la estabilidad política y económica de la región. Además, insistió en que no habrá un adelanto electoral.

Reacciones desde Vox: apoyo y tensiones internas

El presidente de las Cortes, Carlos Pollán (Vox), calificó la decisión de García-Gallardo como “personal” y lamentable, pero pidió respeto. Pollán aprovechó para enviar un mensaje a los procuradores expulsados del partido, instándolos a “seguir el ejemplo” del exportavoz y entregar sus actas. También negó las acusaciones de falta de democracia interna realizadas por García-Gallardo y expresó su lealtad a la dirección nacional.

Por su parte, la dirección de Vox emitió un comunicado contundente: “Aquí no hay baronías ni caben chantajes”. Según el partido, la renuncia se produjo porque García-Gallardo se negó a firmar la expulsión de los procuradores críticos, en un momento en el que Vox busca redefinir su estrategia de cara a los comicios autonómicos de 2026.

La oposición celebra la salida de García-Gallardo

Desde el PSCyL, su secretario general Carlos Martínez calificó la renuncia como un paso positivo, afirmando: “Tanta paz lleve, como descanso deja”. Sin embargo, advirtió que la crisis de Vox no resuelve el “problema de fondo” de su influencia en el Gobierno regional y ofreció su colaboración para lograr consensos presupuestarios para 2025.

Francisco Igea, del Grupo Mixto, fue más directo, describiendo el día como “positivo para la Comunidad”. Aunque crítico en el pasado, Igea evitó lanzar reproches y deseó lo mejor a García-Gallardo en su vida personal.

Un panorama político incierto

La salida de García-Gallardo deja un vacío significativo en Vox, que enfrenta un complejo equilibrio entre la dirección nacional y sus bases en Castilla y León. Mientras tanto, el Partido Popular busca mantener la estabilidad en su coalición de gobierno. Con las elecciones autonómicas en el horizonte, el impacto de esta renuncia podría marcar el devenir político de la región.