Tras ver el desenlace crece el rumor de la continuidad
Vivir sin permiso puso fin a su segunda y, en teoría, última temporada. Uno de los fenómenos más potentes de la ficción española en los últimos tiempos se despidió a lo grande de Mediaset. Aunque los usuarios de Netflix ya sabían cómo terminaba, ahora que se ha terminado también en abierto, es tiempo de hablar de consecuencias.
Vivir sin permiso ha contado la historia de Nemo Bandeira, un hombre influyente que se nutre del narcotráfico hasta meterse en líos demasiado grandes. La familia Bandeira está llena de personajes que siempre han mirado por su único interés, lo que genera un sinfín de conflictos que Nemo capea como buenamente puede.
En un principio los productores tenían claro que eran dos únicas temporadas con un final cerrado y rotundo. Los que hayan seguido a través de Netflix ya sabían el desenlace, pero aquellos que lo han seguido en abierto por Telecinco, pudieron vibrar este lunes con un último capítulo apasionante.
La historia presenta un final cerrado y contundente. Nemo decide renunciar a todo para asegurar una vida tranquila para su familia y allegados más íntimos como Ferro o Mario. Aunque para ello se someta a la humillación ante los mexicanos.
Sin embargo, Mario, Ferro y Lara se enteran de los planes de Nemo y tratan de impedirlos pasando a la ofensiva y logrando acabar con los Arteaga. Aunque la serie está cerrada y Nemo, fuera de circulación, los seguidores debaten en las redes la posibilidad de una tercera temporada con Mario y Ferro al frente de los negocios de los Bandeira. Y por supuesto, Lara, en la figura de Nemo.