La serie de Netflix quiere empoderar otros escenarios
Los trágicos sucesos que enmarcan la popular serie Narcos México, son el fiel reflejo de realidades duras, crueles y sangrientas, que por muchos años han vivido países como Colombia y México; las realidades que allí se trabajan llevan a que actores como Diego Luna, realizasen papeles que acarrean situaciones sosas dentro del hilo conductor que pretenden los guionistas lleve la historia.
Atracos, asesinatos, luchas de poder, tráfico de armas y estupefacientes, son algunos de los escenarios que se despliegan en Narcos, en territorio colombiano. Territorio que le es supremamente atractivo tanto a las producciones, como al público consumidor por el bagaje infortunado con el que por muchos años ha vivido el país.
Es por esto que los fans de la serie se encuentran consternados y “abatidos”, cuando la serie se traslada de Colombia. Este territorio es y será víctima del estigma mundial que por personajes como Pablo Escobar se han enmarcado distintas situaciones en las que el narcotráfico y la trata de personas son el diario vivir de esta actividad.
El objetivo de la producción al llevar a cabo dicho traslado sugiere el reinado total y definitivo del Chapo Guzmán. Por ello, las insípidas y aburridoras participaciones de Diego Luna, quien encarna al popular Félix Gallardo, donde de una u otra forma Netflix se vale de ello para ir devastando el personaje.
En fin, la historia del Chapo Guzmán será según Netflix la nueva fuente de riqueza. Es un salto a una estrategia arriesgada; México por mucha historia actual que tiene en temas de narcotráfico no es el punto de inflexión propicio para que la plataforma se enrole y despliegue toda su producción.
