La pareja de Feijóo en la picota por los fondos de “Sánchez”
Una reciente investigación ha puesto en el ojo del huracán a Eva Cárdenas, pareja de Alberto Núñez Feijóo, en relación con el uso de los fondos Next Generation. Según el Xornal Galicia, Cárdenas y sus empresas, entre ellas Niebla Azul, Apartamentos La Gallega y LuxuryEstate, habrían utilizado estos recursos destinados a la recuperación económica post-pandemia para proyectos privados de lujo.
Desvío de fondos públicos para intereses privados
Los fondos europeos Next Generation, creados para impulsar la recuperación tras la crisis provocada por la pandemia, tenían como objetivo principal revitalizar comunidades y fomentar el desarrollo sostenible. Sin embargo, la investigación sugiere que estos fondos habrían sido desviados para financiar la rehabilitación de propiedades privadas, como una mansión en la Playa de O Con y un edificio histórico en A Coruña. Estas propiedades, lejos de beneficiar al público en general, parecen haber terminado en manos de un reducido grupo privilegiado.
La posible desviación de fondos plantea serias dudas sobre la transparencia y la ética en la gestión de recursos públicos. El hecho de que propiedades de alto valor hayan sido mejoradas utilizando dinero destinado al bien común es un tema que merece una investigación profunda. La opacidad con la que se han manejado estos proyectos levanta sospechas sobre la verdadera finalidad de las inversiones realizadas.
La ausencia de control judicial y social
Uno de los aspectos más inquietantes de esta situación es la aparente inacción de las instituciones encargadas de supervisar y controlar el uso de los fondos públicos. A pesar de las graves acusaciones, hasta ahora no se ha observado una respuesta contundente por parte del sistema judicial o de los organismos de control. Esto lleva a preguntarse por qué los jueces y otras autoridades no han intervenido de manera más proactiva en un caso que, de confirmarse, representaría una grave malversación de recursos públicos.
Además, la falta de respuesta por parte de sindicatos y asociaciones que tradicionalmente abogan por la justicia social es igualmente preocupante. La posible connivencia o desinterés de estas organizaciones frente a una situación que atenta contra los principios de equidad y transparencia deja en entredicho su compromiso con la defensa de los derechos ciudadanos.
En conclusión, el caso que rodea a Eva Cárdenas y su gestión de los fondos Next Generation pone de manifiesto la necesidad urgente de una mayor vigilancia y control en la administración de recursos públicos. Es fundamental que las autoridades tomen cartas en el asunto para garantizar que los fondos europeos se utilicen para el propósito para el que fueron destinados, y que cualquier desviación de estos recursos sea investigada y, si es necesario, sancionada.