La noticia ha caído como piedra en la cabeza para los directivos y encargados de las finanzas
El mundo en general aún no entiende de qué forma y cuándo pasó lo que se está viviendo. El coronavirus más que una pandemia ha sido un castigo, que clubes como el FC Barcelona tienen que enfrentar con pérdidas millonarias evidenciadas por los encargados del club. Josep María Bartomeu ya lidia con ello, y expone que la cifra se va de largo por los 100 millones de euros.
No jugar ninguna competencia les tiene en jaque mate, y aunque se espera que el ERTE a sus trabajadores no sea más que una alarma, está muy claro que las cosas pasan de largo en cuanto a estos temas. Aún hay quienes indican que aguardan el gesto de la plantilla de bajar sus salarios, pero esto es algo que no se puede dar por sentado ni mucho menos.
Todos necesitan de la solidaridad o que lo explique el encargado de la tesorería. No competir le deja, y eso pensando en el mejor de los casos que el tema se normalice a mitad de junio, un déficit al club de 100 millones de euros. Esta cifra no ha sido sacada de la nada, corresponde a la falta de ingresos por derechos de televisión, taquillas y todo lo que rodea la Champions en esta época.
Las ventas son el futuro inmediato del club
No hay muchas vías hacía donde dirigirse, el FC Barcelona ya antes atravesaba una fuerte crísis y ahora el tema empeora. A los 100 kilos perdidos se le podrían sumar 20 más a razón de la actividad del Camp Nou, lo que es incluso peor teniendo en cuenta que las obligaciones no cesan y los esfuerzos están sobre exigidos.
Bartomeu como cabeza del club debe empezar a maniobrar con las alternativas que tiene a la mano y una de ellas es empezar gestiones en ventas y salidas. Philippe Coutinho es una de ellas, ya que su pase sigue estando ubicado en una zona alta de cotización, además de contar con algunas peticiones de clubes poderosos.
Más allá de eso no se ve mucho más. Todo tipo de especulación con enormes fichajes y la posible re captura de Neymar en este instante se ha ido al estanco. El flujo de caja está roto y una vez se re active la normalidad, lo primero será pensar en las obligaciones directas para evitar seguir agudizando una crisis que ya está rozando niveles preocupantes.