La popular serie atraviesa su temporada final con impactantes sucesos
La octava entrega de Homeland, con la que se despedirá para siempre de Showtime, está que arde. Quiere terminar por todo lo alto y los seguidores terminan exhaustos cada capítulo. Saul Berenson tiene mucho que ver en todo, aunque las diversas adversidades que se le van poniendo delante terminan por provocar un error imperdonable.
Las tramas de Homeland, siempre han sido muy duras. Los especadores que hayan seguido cada una de sus ocho temporadas tendrán claro que se trata de un producto brutal. Una crítica feroz a las políticas de guerra y de inteligencia en los principales países del mundo.
Mención especial para Carrie Mathison. Porque a sus constantes cambios de humor, arrebatos psicóticos, tiempos de retiro para desintoxicarse y demás situaciones que le imponía el destino, Carrie nunca cesó en su empeño de ir detrás de los malos. Con licencia o sin licencia, con estrategias suicidas e imposibles, ella siempre ha estado ahí.
Saul Berenson es ya desde hace varias temporadas, el único miembro importante del gobierno americano y de la CIA que todavía confía ciegamente en Carrie. Precisamente por eso en la octava temporada es Saul quien rescata a su amiga de las garras de los rusos para llevársela a Afganistán a tratar de lograr la paz.
Sin embargo, la excesiva prepotencia de un Saul que cree tener inmunidad en la zona talibán, le pasará factura en una temporada brutal que todavía no sabemos cómo terminará. Lo que sí sabemos es que está siendo apasionante, capítulo a capítulo.
