El vestuario de la presentadora provoca el enfado de la extrema derecha
Pedro Sánchez no ha comenzado como le gustaría su periplo de cuatro años como presidente del Gobierno. La pandemia ha pillado por sorpresa a todos los gobiernos del planeta, que no han sabido cómo reaccionar ante la extrema situación. Pero no solo han sido los dirigentes políticos los afectados, sino profesionales de la información como Ana Blanco, presentadora de El Telediario de TVE también atraviesa sus peores momentos.
A pesar de sus intentos por mostrarse totalmente objetiva, es evidente que la televisión pública, por mucho que se venda transparencia e imparcialidad, debe regirse por el Gobierno de España. Porque al final hay muchos intereses en juego, como sus puestos directivos o tener acceso a la información.
Por tanto, desde el Telediario de TVE, no se puede ser muy crítico con el Gobierno de España ni con Pedro Sánchez y el resto de dirigentes políticos, que están siendo objeto de críticas. Y esto está pasando factura a una Ana Blanco que ha resistido durante más de 30 años sin demasiadas críticas, sobresaliendo siempre su intachable reputación.
Pero ahora, no hay programa ni presentador que se libre. Según la enfadada derecha española, todos parecen estar al servicio del Gobierno. Ya que ni Antena 3, ni Cuatro, ni La Sexta han criticado la gestión del Gobierno, según la extrema derecha. Así que mucho menos se iba a librar el informativo de la televisión pública.
En esta ocasión, el objetivo de las críticas hacia la cadena pública ha sido Ana Blanco. Las críticas hacia los presentador por su posicionamiento político han llegado hasta tal punto que, ahora, Ana Blanco ha sido juzgada por su vestuario. La presentadora dirigió El Telediario vestida de morado, algo que no gustó nada a la derecha política, pues lo consideraron un claro guiño a Unidas Podemos.