La Comisión Europea ha evaluado el coste de implementar el catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales en la Unión Europea (UE), estimando un gasto anual de 132 millones de euros
Esta cifra surge de un informe preliminar solicitado por el Gobierno de España, liderado por Pedro Sánchez, y refleja los desafíos y consideraciones económicas de una medida que busca reconocer la diversidad lingüística de España a nivel europeo.
Un desglose de los costes de implementación
Según el informe de la Comisión Europea, el coste de implantar cada una de las tres lenguas sería de aproximadamente 44 millones de euros al año. Este gasto se destinaría principalmente a la contratación de traductores e intérpretes, así como a la adaptación de bases de datos y sistemas técnicos.
El compromiso del Gobierno Español
El Gobierno de Pedro Sánchez se ha comprometido a asumir estos costes en caso de que la propuesta prospere. Esta medida fue una promesa a los partidos independentistas y refleja el esfuerzo del Ejecutivo por promover la diversidad lingüística en el ámbito europeo.
Apoyo de los estados miembros
Para que la propuesta sea aprobada, es necesario contar con el apoyo unánime de los países miembros de la UE. Este requisito presenta un desafío significativo, ya que la decisión no está garantizada en el contexto político actual de la Unión.
El debate en el Consejo de Asuntos Generales
Se espera que los Estados miembros analicen el documento en una próxima reunión del Consejo de Asuntos Generales en Bruselas. Este encuentro será crucial para determinar el futuro de la propuesta y el reconocimiento de estas lenguas en la UE.
La defensa de la propuesta por José Manuel Albares
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha defendido esta iniciativa en Bruselas, argumentando la relevancia del catalán, el euskera y el gallego. Albares destacó que no se trata de lenguas minoritarias, sino de idiomas hablados por millones de personas, lo que justificaría su inclusión como lenguas oficiales en la UE.
La diversidad lingüística europea
La oficialización de estas lenguas no solo implica un reconocimiento de la diversidad lingüística de España, sino que también enriquecería el patrimonio cultural y lingüístico de la Unión Europea. Esta medida podría sentar un precedente para el reconocimiento de otras lenguas regionales en la UE.