España enfrenta una creciente presión por parte de la Unión Europea para aumentar significativamente su gasto en defensa en los próximos años. Bruselas propone un plan que permitiría a los Estados miembros invertir más en armamento sin incumplir los límites fiscales
La Unión Europea ha propuesto un ambicioso incremento del gasto en defensa, instando a España a elevar su inversión militar en hasta 25.000 millones de euros anuales durante los próximos cuatro años. Esta estrategia forma parte del plan ‘Rearmar Europa’, presentado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con el objetivo de movilizar hasta 800.000 millones de euros en el sector. Sin embargo, esta cifra representa un techo máximo que, según reconoce la propia Comisión, será difícil alcanzar.
Von der Leyen plantea que los Estados miembros aumenten su gasto en defensa en un 1,5% de su PIB, lo que en el caso de España supone una carga presupuestaria considerable. Esta iniciativa ha generado preocupación en el Gobierno de Pedro Sánchez, que se ha mostrado reticente a destinar tales sumas a la inversión militar. Para facilitar este esfuerzo económico, la Comisión propone activar cláusulas de escape fiscales que permitirán a los países endeudarse sin enfrentar sanciones por exceso de déficit.

Flexibilización fiscal y créditos europeos
El plan incluye un margen fiscal especial que permitirá a los Estados desviar hasta el 1,5% de su PIB hacia la defensa sin que ello suponga infringir los límites de déficit. Von der Leyen insistió en que este mecanismo podría movilizar hasta 650.000 millones de euros, aunque reconoció que los gobiernos europeos han sido tradicionalmente cautos a la hora de incrementar su gasto en armamento.
Otro pilar del plan es la creación de un instrumento financiero europeo que ofrecerá hasta 150.000 millones de euros en préstamos para la inversión militar. Aunque se trata de créditos con condiciones favorables, los Estados deberán reembolsarlos íntegramente. La Comisión subraya que estos fondos estarán destinados a reforzar capacidades clave, como la defensa antimisiles, los drones y la ciberseguridad.
El papel del Banco Europeo de Inversiones
Una de las medidas más controvertidas es la implicación del Banco Europeo de Inversiones (BEI), presidido por Nadia Calviño. La presidenta del BEI ha adelantado que propondrá cambios en los criterios de financiación del banco para permitir una mayor inversión en defensa. En un documento enviado a los líderes europeos, Calviño plantea ajustar las restricciones actuales para que los proyectos militares sean más compatibles con las prioridades estratégicas de la UE.
Aunque el BEI mantiene su negativa a financiar directamente la compra de armamento, sí estudia eliminar el límite de 8.000 millones de euros impuesto actualmente a los préstamos en defensa. Este cambio permitiría que una mayor parte de los fondos del banco se dirigiera al fortalecimiento militar de Europa, un movimiento que cuenta con el apoyo de varios países nórdicos y bálticos. El debate ahora está en manos de los líderes europeos, que deberán decidir en las próximas semanas si respaldan esta propuesta o si buscan alternativas para reforzar la seguridad del continente sin comprometer excesivamente sus presupuestos nacionales.